Los bañistas pudieron volver a disfrutar ayer de sus chapuzones en la playa de Palmera, en Candás, y en las de Salinas y San Juan, en Castrillón. Todos ellas habían sido cerradas al baño por dudas sobre la calidad del agua. En Candás ondeó ayer por fin la bandera verde, mientras que en los arenales castrillonenses lo hizo la amarilla. En ambos casos, los baños fueron prohibidos después de que varios usuarios aseguraran sufrir picores.

Los análisis realizados por el Principado sobre el agua de Palmera obtuvieron un resultado "excelente", según comunicó el alcalde de Carreño, Ángel Riego. En el caso de Salinas y San Juan, aún están pendientes los resultados de las analíticas, que se conocerán el viernes, previsiblemente.

Los análisis del agua de Candás coinciden en sus resultados con los que encargó el Ayuntamiento de Carreño a un laboratorio independiente. La consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, achacó los problemas de piel en este caso a un posible vertido desde la red de saneamiento municipal, ya que recalcó que no se ha detectado ninguna anomalía en la red de saneamiento autonómica.

También en las playas de San Juan y Salinas-El Espartal los bañistas volvieron al agua. Los arenales de Castrillón fueron cerrados el martes por la tarde tras varias denuncias de usuarios que afirmaron sufrir picores. A las once y media de la mañana de ayer las banderas amarillas de precaución pusieron fin a la situación de alarma. Poco antes, la socorrista Alba Ramos Cuevas, se dio un chapuzón en San Juan para comprobar directamente el estado del agua.

La alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero, tomó la decisión de reabrir las playas tras recibir el análisis del Principado realizado el pasado lunes y en el que no se constataba ninguna anomalía en el agua del mar. Ese análisis califica las aguas en Salinas y en El Espartal como "aptas para el baño de calidad excelente", y de "calidad buena" en el caso de San Juan. El Colectivo Ecologista criticó la reapertura de las playas sin contar con los análisis definitivos.

"La Consejería de Salud está realizando un análisis más exhaustivo de las muestras tomadas el martes en San Juan y el resultado lo tendremos a más tardar el viernes", dijo la alcaldesa. Triguero expuso que, a falta de los resultados, "parece que los problemas que afectaron a algunos bañistas pueden estar vinculados con las corrientes marinas que arrastran microalgas y micromedusas, una situación que también se ha dado en los últimos días en otras playas asturianas".

El buen tiempo atrajo durante primeras horas de la mañana de ayer a centenares de bañistas a las playas de Salinas y San Juan. Algunos habituales de los baños matinales manifestaron que no habían sufrido ningún problema. Las escuelas de surf que operaran en Salinas mantuvieron su rutina habitual.

Fue una situación distinta a la que vivió Cristina Fernández, el martes por la tarde en San Juan. "Entré al agua y estuve algo menos de diez minutos porque comencé a notar unos picores, como pinchazos en la piel. Salí y di un paseo y a los pocos minutos fue cuando oí por megafonía a los socorristas anunciando la prohibición de los baños", explicó ayer. Afirmó que hace unos días ya tuvo los mismos escozores pero que no dijo nada.

El PP manifestó ayer que seguirá "de cerca" el problema y las decisiones municipales. Por contra, Foro achacó los problemas que sufren los bañistas en Castrillón "al vertido de sustancias contaminantes a la ría de Avilés, a los ríos o al aire", según la edil avilesina Enriqueta García. El portavoz del Colectivo Ecologista de Avilés (CEA), Fructuoso Pontigo, criticó la decisión de abrir al baño las playas sin conocer todavía los resultados del análisis del martes.