Las elecciones del 24 de mayo dejaron una nueva configuración política en las 39 parroquias rurales de Asturias. Estas instituciones, denominadas a nivel nacional como entidades menores locales, celebran también cada cuatro años sus elecciones. En sus colegios se suma una tercera urna en la que los vecinos introducen el nombre de la persona que quieren que presida la parroquia durante el mandato.

Después de un mandato marcado por la exitosa lucha por frenar los apartados de la denominada "ley Montoro" que preveía la desaparición de estas entidades, las parroquias se fijan como meta la obtención de una mayor financiación, que ahora se limita a los aprovechamientos del agua y del sector forestal, en el caso de Asturias. De esta manera, esperan acometer los muchos proyectos demandados por unas localidades en constante despoblación, que acuden a las parroquias como administración más cercana.

Claro ejemplo del funcionamiento de una parroquia rural es Villamayor. Esta entidad piloñesa nació en los años 20 del siglo pasado y desde 2003 tiene como alcalde a Andrés Rojo, que, además, es presidente de la federación regional y nacional que agrupa a estas instituciones. Asegura que su principal cometido es la gestión del servicio de aguas y el alcantarillado, pero reconoce que la labor que desempeña abarca más campos. "Respondemos a todas las demandas de los vecinos, bien con nuestros medios o ejerciendo de mediadores para acudir a otras administraciones", declara.

Rojo resultó elegido este año con una abrumadora mayoría del 92% de los votos como independiente, tras dos mandatos como candidato socialista.

En el Suroccidente, la parroquia rural con mayor número de habitantes es la de Cerredo, en el concejo de Degaña, con unas 620 personas censadas. Creada en 1989, este año han concurrido a las elecciones PP, IU y PCPE. Finalmente, fue IU quien obtuvo la mayoría, con 209 votos. Su candidato, José Luis Fernández, se muestra satisfecho, puesto que "la diferencia de votos respecto al resto dice mucho de lo que la gente quería", subraya.

Su principal objetivo es acabar con el paro en el pueblo. Además, cree que es importante apostar por alternativas de empleo como el turismo y la biomasa.

En Allande se conserva la parroquia rural de San Martín del Valledor, que cuenta con unas 200 personas censadas, aunque de forma habitual viven en el lugar menos de la mitad. Solo se contó con una candidatura, la de Manuel Campos, que se presentó por el PSOE por primera vez. Entre sus objetivos destaca la intención de repoblar la parte del monte que se quemó en el incendio de octubre de 201.

La parroquia rural más pequeña de la comarca es la de Leitariegos, en Cangas del Narcea. Cuenta con una treintena de habitantes y bajo su administración se encuentran seis pueblos. En esta ocasión, tan sólo ha concurrido a las elecciones una única formación independiente, la agrupación de electores de parroquia rural de Leitariegos que preside Jesús Matías. La principal función que debe desarrollar la parroquia es el mantenimiento del monte de utilidad pública.

Manuela Martínez ha salido elegida por el PSOE presidenta de la parroquia rural de Los Cabos (Pravia). Aunque es su primer mandato, tiene muy clara la importancia de la entidad para el conjunto de la comunidad por su cercanía y por hacer de enlace con las instituciones en la demanda de necesidades. "Exigimos el dragado del río y que se arregle la carretera de La Fayona", afirma.

Las parroquias rurales estuvieron a punto de desaparecer a cuenta de la reforma de la Ley de Administración Local del PP "pero se salvaron in extremis", puntualiza José Escobar, presidente de la parroquia rural de Taja (Teverga) por el PSOE. "Sería una pena", continúa, "porque somos lo más cercano al vecino y también por tradición".

El dinero que manejan las parroquias rurales es poco, "pero así es fácil de repartir y nos permite controlar mejor y destinarlo a lo que más necesitamos", comenta Juan José García, presidente de la parroquia rural de Saliencia (Somiedo) por el PSOE.

La parroquia valdesana de Trevías es una de las más importante de Asturias por el número de vecinos, que pasa del millar. En la última convocatoria cambió de presidencia. Gestionará la entidad rural Sandra Gil, concejala electa por el PSOE de Valdés y propietaria de una asesoría. Según Gil, en los próximos años se consultará a los vecinos para conocer sus necesidades y trasladarlas al Ayuntamiento.

La también valdesana parroquia de Barcia y Leiján volverá a estar presidida por el concejal en funciones de Hacienda de Valdés, el socialista Ricardo García Parrondo, cuya candidatura obtuvo 253 votos, frente a los 31 del PP y 11 de Foro Asturias. Sus retos son la traída de agua y la apertura de una cantera de áridos.

En Cudillero, la parroquia rural de Ballota repetirá presidenta, Margarita Rubio "Lo importante de una parroquia es mantener unidos a los vecinos y tener claras las necesidades", indica. La también pixueta parroquia de San Juan de Piñera estará presidida por Ramón Urbano; mientras que Mumayor y Beiciella lo estará por Mercedes Carolina García Méndez; Lamuño, Salamir y Artedo por José Manuel López González; La Tabla por Sandalio González Rodríguez; Faedo por Adelina Rodríguez Iglesias; y Fenosa, Corollos, Villairín y Orderias por María del Carmen Miranda Colao. Todos se presentaron por el PSOE, excepto Mercedes Carolina García, de Foro.