Sensores de usar y tirar. Es la propuesta de un grupo de la Universidad de Oviedo que recibió este mes el premio al trabajo más innovador en el VII Congreso de nanociencia y nanotecnología analítica, celebrado en Salamanca. Los investigadores del departamento de Química Física y Analítica Alberto Sánchez Calvo, Daniel Martín Yerga y Agustín Costa García diseñaron un novedoso dispositivo que permite disminuir el coste de fabricación de los sensores empleados para los análisis clínicos, medioambientales y agroalimentarios.

El dispositivo electroquímico está formado por una lámina de papel adhesiva y desechable a la que se le añade una pasta de carbono conductora, que funciona como electrodo. Ello permitiría reutilizar la plataforma electródica para diferentes análisis. Además, la lámina, según señala Agustín Costa, podría ser modificada con diferentes micro o nanomateriales -por ejemplo, grafeno, nanotubos de carbono o nanopartículas metálicas- que mejorasen sus características con el objetivo final de detectar diversas sustancias de interés.

Este invento tiene diversas ventajas. La más importante es que disminuye el coste de fabricación de los sensores al tratarse de un electrodo de papel. "Son de usar y tirar, funcionan igual que los demás y encima su precio es ridículo. Es mucho más barato que los convencionales", destaca Costa, responsable del grupo de investigación de Nanobioanálisis de la Universidad de Oviedo y que aspirará al Rectorado en las elecciones del próximo año.

No obstante, éste no es el único punto a favor del dispositivo asturiano. Otra ventaja es su pequeño tamaño -pocos milímetros de diámetro y cientos de micras de espesor-, de tal forma que es fácil de transportar y almacenar información. Eso sin olvidar su carácter biodegradable.

El dispositivo tiene aplicación en la fabricación de sensores electroquímicos para la detección, identificación y cuantificación de sustancias químicas y bioquímicas, principalmente en los sectores de análisis clínico, medioambiental y agroalimentario. "Sirve tanto para diagnosticar enfermedades como para detectar la contaminación y aplicar en análisis del sector agroalimentario. Los parámetros son transversales y muy diversos", explica Agustín Costa.

La idea de crear este revolucionario aparato responde a una línea de trabajo propia de la Universidad de Oviedo y consistente en abaratar el coste de la fabricación de sensores. Los autores del invento (Estefanía Núñez Bajo, Alberto Sánchez Calvo, Estefanía Costa Rama, Daniel Martín Yerga, María Teresa Fernández Abedul y el propio Agustín Costa García) solicitaron este mes una patente en la Oficina Española de Patentes y Marcas que describe el dispositivo desarrollado y el método de fabricación del electrodo de papel.