La fiscal anticorrupción Carmen García Cerdá está ahora muy ocupada con la "operación Púnica", de la que están surgiendo nuevas revelaciones y líneas de investigación, pero no deja de lado las pesquisas relacionadas con el incremento de fortuna de José Ángel Fernández Villa y el que fuera su segundo, el expresidente del Montepío José Antonio Postigo. La fiscal se centra sobre todo en comprobar que el coste de las diferentes unidades de obra de la construcción del geriátrico del Montepío en Felechosa (Aller) se corresponden con precios de mercado, ante la sospecha de que el presupuesto pudiese haber sido hinchado para desviar dinero. Las pesquisas se realizan con mucho sigilo. La fiscal pidió ampliar el plazo de investigación y dispone aún de un año para seguir trabajando. El geriátrico de Felechosa supuso una inversión de 31 millones de euros ejecutada por el Montepío pero con fondos mineros. Los trabajos corrieron a cargo de la empresa Alcedo de los Caballeros, una pequeña constructora de apenas cuatro trabajadores. El gerente de la constructora aseguró en la comisión de investigación de la Junta que no había dado un euro a Villa o a Postigo. Lo cierto es que no se ha formulado cargo alguno contra ambos, que no constan siquiera como imputados. La Agencia Tributaria analizó las cuentas de Alcedo, sin que encontrase nada anormal, según subrayó el gerente de la constructora.