Su objetivo era robar 120 metros de cable de cobre de la catenaria que alimenta de energía la vía del tren de Avilés y Gijón sin ser visto. Para ello, decidió actuar durante la noche entre las parroquias de Piedeloro y Candás (Carreño) en una zona con escasas viviendas y camuflada por la vegetación. Sin embargo, el plan salió mal. El caco, de 48 años y vecino de Lena, murió electrocutado en el momento en el que se disponía a cortar el segundo tramo de cable. El cadáver fue encontrado por operarios de la empresa de mantenimiento a las 5:40 horas de ayer, junto a un seto cerca de la estación de Feve de El Regueral (Candás), al detectar una bajada de tensión en la línea. A consecuencia de ello, la vía estuvo cortada desde las seis y media de la mañana hasta la una de la tarde, lo que obligó a Feve a realizar transbordos por carretera.

Los vecinos del concejo, que amanecieron con el miedo metido en el cuerpo, aseguran a este periódico no haber oído ningún ruido durante la madrugada del lunes. "Nos pareció raro no sentir el tren en ningún momento, pero no sabíamos nada", manifiestan María Álvarez y Laurentino González, de la casa Las Palmeras, en El Regueral. Tampoco Auria Lombardía, que reside junto a la parada, se enteró del accidente, ocurrido a escasos metros de su finca. "Por aquí pasa muy poca gente, quizá aprovechó esa circunstancia para robar", expresó. Por ahora, la Guardia Civil desconoce si el hombre actuó solo o si se trataba de una banda organizada. José Ramón Gutiérrez, del barrio La Xunca (Piedeloro), cree que en el robo actuaron varias personas. "Eran muchos metros de cable y eso pesa. Necesitaba ayuda para transportarlo", explica Gutiérrez, quien asegura que desde su casa durante la noche no se aprecian las vías del tren. "No hay alumbrado y no se ve absolutamente nada", agrega.

En Piedeloro, que justamente ayer celebraba su último día de fiestas, se produjo hace escasos meses otro robo de cable, aunque en esa ocasión de la línea telefónica. "Quedamos varios días aislados. Posiblemente, los que actuaron ahora ya conocían la zona", dice Gutiérrez, que ayer contemplaba desde su ganadería cómo los operarios de Feve trabajaban sobre el punto kilométrico 35 para reparar el cable de la catenaria. El servicio se restableció al mediodía.

Tras dar la voz de alarma los empleados de la empresa de mantenimiento, hasta el lugar de los hechos se desplazó agentes de la Guardia Civil de Carreño, un equipo de la Policía Judicial y un forense para el levantamiento de cadáver. Acto seguido, el cuerpo del fallecido fue trasladado al Instituto Armado, donde se le practicará la autopsia y se conocerán más datos del incidente.

En lo que va de año, la Guardia Civil ha detenido a cuatro bandas, dedicadas a la sustracción de cable de cobre. La operación más importante tuvo lugar el pasado mes de mayo al caer una organización rumana, integrada por siete personas, que causaron pérdidas económicas por valor de cuatro millones de euros en Asturias y Cantabria. El último robo de estas características se produjo la semana pasada en el edificio municipal de Carbayín Alto, en Siero. Aun así, el número de hurtos se ha reducido considerablemente, debido a la caída del precio del cobre, que acusa ya una bajada del 2,4 por ciento por el empobrecimiento de la demanda de China. Para combatir el robo de material en España, el Ministerio del Interior ha impulsado un plan que consiste en controlar el ciclo de vida del cobre y hacer un nuevo censo de todas las empresas que lo utilizan o lo almacenan. En todo el país se detuvieron el año pasado a 2.300 personas.