Cuenta la leyenda que si pronuncias al mismo tiempo las palabras "estudiar" y "bellas artes", a tus padres les sale una úlcera.
Si la gente me toma a risa, me alegro de que algo tan sencillo como eso les provoque una sonrisa, por que no hace falta (gracias al cielo) una ingeniería para saber que en un fondo no muy lejano eso es simpleza.
¿Y si no sé resolver un logaritmo? ¿Y si desconozco la composición química del amoniaco?
¿Vergüenza? De eso nada, amigos. Vergüenza me daría decir que por culpa de puros convencionalismos e intereses materiales no he hecho con mi vida lo que he querido y deseado desde que poseo recuerdo.