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Desarrollan un sensor para detectar tumores a partir de muestras de orina

El químico Daniel Antuña se desplazó a la Universidad de Jerusalén en la búsqueda de un sistema analítico de bajo coste en patologías carcinoides

El catedrático Paulino Tuñón Blanco y el nuevo doctor Daniel Antuña. LUISMA MURIAS

Convertir un acto tan complejo como la detección de marcadores tumorales en una operación tan sencilla como la lectura de una tira reactiva de orina era el propósito que se planteó el joven Daniel Antuña cuando inició su proyecto de tesis doctoral. Una estancia de cinco meses en la Universidad de Jerusalén con el profesor Itamar Willner, uno de los colaboradores habituales del grupo de Electroanálisis de la Universidad de Oviedo, y tres años largos de trabajo le permitió alcanzar ese propósito. Hace tan solo unos días exponía ante el tribunal de tesis los resultados de esa investigación valorada con una calificación de sobresaliente. "Desde hace tiempo queríamos probar otro enfoque distinto al de la biología molecular para los marcadores tumorales", explica el joven investigador.

El grupo de Electroanálisis venía trabajando desde hace tiempo en el desarrollo de sensores electroquímicos para su aplicación en análisis clínico, de alimentos y ambiental. El trabajo de Daniel Antuña abunda en un nuevo tipo de sensor orientado a la detección de marcadores de tumores carcinoides que se caracterizan por la secreción de altas dosis de serotonina, una sustancia química producida por el cuerpo humano que funciona como un neurotransmisor. La serotonina se considera comúnmente como la responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo pero también es decisiva en la detección de patologías carcinoides, a mitad de camino entre los carcinomas (cáncer) y adenomas (tumores benignos).

"Fuimos a enterarnos de cómo se realizaban los análisis para la detección de carcinomas en el hospital y decidimos realizar un tipo de sensor con un coste inferior al sistema actual y que lo pudiera usar cualquier persona, igual que una tira reactiva de orina", cuenta el investigador, licenciado en Química por la Universidad de Oviedo que se incorporó en 2008 al equipo de Electroanálisis que entonces lideraba el catedrático Paulino Tuñón, el mismo que ejerció como presidente del tribunal, en su último acto académico.

La primera prueba de investigación pedida ante una sospecha de carcinoide es un análisis de orina para detectar productos de descomposición de la serotonina, en concreto el ácido hidroxiindoleacético. Esta prueba puede confirmar los síntomas de la persona son debido a un tumor carcinoide. Con el sensor desarrollado por Antuña se pueden analizar "muestras de raíz compleja". La unidad analítica compacta que propone este joven investigador facilita la monitorización mediante sensores electroquímicos y ópticos este tipo de tumores, lo que podría considerarse un éxito para resolver problemas analíticos actuales mediante una solución de bajo coste.

Antes de su estancia predoctoral en la Universidad de Jerusalén Antuña desarrollaba su labor investigadora como becario de colaboración en el grupo de Electroanálisis. Ahora piensa en una etapa posdoctoral fuera de España "porque es lo que más opciones te da para volver", reconoce.

En nuestro país las mayores oportunidades profesionales para los licenciados en Química se hallan en la industria farmacéutica "pero está muy copado" el mercado, opina el joven, y en Asturias "la única posibilidad es como técnico de calidad en la industria agroalimentaria", explica. En cualquier caso, "mejor ir antes fuera de España", concluye.

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