La salud económica de los ayuntamientos asturianos mejora a la vista de las liquidaciones definitivas, correspondientes a 2014, publicadas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, cuya estadística revela que sólo 6 de los 78 municipios asturianos cerraron ese ejercicio con más gastos que ingresos. Los consistorios que cerraron ese ejercicio anual con números rojos son Cudillero, Ponga, Amieva, Quirós, Sobrescobio y Peñamellera Alta aunque la situación financiera de esos seis concejos es bien distinta, ya que los tres últimos ni siquiera tenían deuda viva al cierre de ese ejercicio. Por el contrario, los ayuntamientos más ahorradores en ese mismo período fueron Belmonte, Allande, Villayón y Ribera de Arriba.

El conjunto de los 78 concejos que forman el mapa municipal de Asturias acumuló un superávit en sus cuentas superior a los 118 millones de euros, un 43 por ciento mejor que en el ejercicio precedente, y que permitió reducir la deuda en un 14 por ciento, por encima de la media nacional. Treinta ayuntamientos de la región cerraron 2014 sin deuda viva.

El mayor desfase entre ingresos y gastos de esa anualidad correspondió a Sobrescobio, que sobre unos ingresos anuales de 825.316 euros gastó 33.612 euros más. Este desequilibrio, no obstante, se produce dentro de unas cuentas saneadas ya que al cierre el ayuntamiento de la cuenca del Nalón no presentaba deuda viva al cierre de ese ejercicio. Una situación similar a la de Peñamellera Alta y Quirós que cerraron 2014 con desfases de 3.480 euros y 34.791 euros pero sin deudas. Peñamellera Alta incluso tenía un remanente de tesorería en 2014 de 100.000 euros.

El cierre del balance anual resultó más preocupante para el otro trío de consistorios con números rojos, Cudillero, Ponga y Amieva, que sumaron sus respectivos desequilibrios de 2014 a las deudas acumuladas en sus arcas. En Ponga, el bipartito PSOE-PP que desalojó a Cándido Vega denunció nada más tomar el mando del Ayuntamiento una situación económica desastrosa, que el exregidor forista negó. El ayuntamiento pongueto cerró 2014 con un desfase negativo entre ingresos y gastos de 24.073 euros y una deuda consolidada de 1,4 millones de euros, equivalente a 1.897 euros por habitante. Cudillero sumó a la inestabilidad política de cinco alcaldes socialistas en dos años un balance negativo de 33.336 euros y una deuda viva global de 6 millones que el actual alcalde, Ignacio Escribano (PP) ha elevado a más de ocho millones. Amieva también añade un desequilibrio parcial de 9.091 euros en el último ejercicio cerrado a una deuda de 1,1 millones.

Estos resultados negativos contrastan con un cumplimiento de los objetivos de estabilidad financiera de las entidades públicas en los 72 ayuntamientos restantes de Asturias, que permitieron un superávit de 118 millones y ahorros superiores al 40% en los consistorios de Belmonte, Allande y Villayón. Los concejos más importantes participaron de esos balances positivos con ahorros por encima de los 40 millones en Oviedo y Gijón, según Hacienda.