Un langreano con una fuerte intoxicación etílica que acababa de atropellar a un hombre no tuvo mejor idea, al verse acorralado por la Guardia Civil, que dejar el coche que conducía y huir a la carrera hacia la orilla del Nalón, entre Puerto y Palomar, en el concejo de Ribera de Arriba. Para localizarle, los agentes tuvieron que echar mano de un helicóptero, dado las orillas del río en esa zona son muy frondosas. Algunos testigos que vieron el despliegue pensaron incluso que alguien se había ahogado en el río. Al final, sobre la una de la tarde de ayer, fue detenido en la misma orilla por una patrulla de Trubia.

Los hechos se habían iniciado un par de horas antes, a las once y cuarto de la mañana, cuando un vecino de la localidad de Vegalencia (Ribera de Arriba), Gregorio del Campo Menéndez, de unos sesenta años, regresaba tranquilamente a su casa después de comprar el periódico. El coche del langreano le llegó por la espalda y se lo llevó por delante. Quedó tendido en el suelo, con un fuerte traumatismo en la cabeza y múltiples golpes en la las piernas, los brazos y el costado. "Tenía la camisa toda rota, como si lo hubiese arrastrado", aseguró una vecina horas después, aún impresionada.

En el paso de peatones situado justo frente a su casa, una gran mancha de sangre atestiguaba las graves lesiones sufridas por Gregorio, "Goyo", como le conocen sus vecinos, una persona muy conocida en el concejo al trabajar para el Ayuntamiento. También podía verse, apoyada en un muro, una de las zapatillas que calzaba el herido en el momento de ser arrollado, Una UVI móvil acudió a atenderle y le trasladó a Urgencias del Hospital Universitario Central de Asturias, donde quedó ingresado. Fue sometido a diversas pruebas para ver si sufría lesiones internas.

Parabrisas fracturado

El conductor, lejos de detenerse para ayudarlo, emprendió una alocada huida. Los vecinos avisaron a la Guardia Civil de inmediato. Informaron de que conducía un vehículo Seat León de color rojo, con el parabrisas fracturado por el golpe infligido al peatón. Se iniciaba así la caza de este conductor, en la que participaron varias patrullas de Seguridad Ciudadana y de la Guardia Civil de Tráfico.

Los agentes preguntaron a los vecinos por el vehículo, pensando que podía encontrarse aún en la zona, al no haber sido visto por las carreteras principales que comunican con Oviedo y la cuenca del Caudal. Finalmente, sobre las doce y media del mediodía, los agentes localizaron el turismo entre las localidades de Puerto y Palomar. Desde Vegalencia, el conductor había tomado la carretera que une Soto de Ribera con Oviedo por Caces (AS-322).

El conductor emprendió entonces una huida a pie. Y una de las posibilidades es que se hubiese escondido en las riberas del Nalón, que en esa zona son muy frondosas. Los agentes recabaron más refuerzos, concretamente el helicóptero del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), con el fin de que sobrevolase la zona y localizase desde el aire al huido. La búsqueda llamó la atención de numerosas personas, incluido algún ciclista que recorría la Senda Verde. Alguno de ellos pensó que estaban buscando un cadáver.

Finalmente, sobre la una de la tarde, los agentes de una patrulla de Seguridad Ciudadana del puesto de Trubia encontraron al conductor en la zona del río. Se identificó como F. H. T., de 36 años. Fuentes cercanas señalaron que presentaba una intoxicación etílica de consideración, hasta el punto de que los agentes reclamaron la presencia del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), aunque el detenido declinó ser asistido.

Los agentes detuvieron entonces al conductor, al que se investiga por un presunto delito contra la seguridad del tráfico, por supuesta conducción bajo los efectos del alcohol, así como un delito de omisión del deber de socorro, por ausentarse del lugar del accidente tras dejar herida de gravedad a una persona. Será puesto a disposición judicial presumiblemente hoy lunes. Todo indica que trataba de evitar las vías principales para que no le cazasen borracho, pero todo fue inútil.