Por su parte, el profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo Miguel Ángel Presno Linera ahonda sobre el coste de la democracia. ¿Nos interesa pagarlo? El economista Roberto Fernández Llera opina que sí. "Podríamos decidir no celebrar unas elecciones, pero entonces no estaríamos en una democracia, sino en una dictadura. Otra cosa son los derroches, que por supuesto hay que vigilar", señala. Esto mismo expresa Presno Linera: " Un análisis de esta índole no debe orientarse a obtener el mejor resultado en términos de eficiencia económica, sino de calidad de la democracia, en el sentido de propiciar que el pueblo gobernado pueda ser, en la mayor medida posible, pueblo gobernante". "Así, de lo que se trata no es de reducir el gasto público que se emplea en la financiación de un proceso electoral o de recortar las asignaciones que reciben quienes ocupan cargos públicos representativos. Esos recortes serán necesarios cuando se destinan a finalidades ajenas a las previstas o sirven como subterfugios para enmascarar otros destinos", concluye.