Fabricar acero de mayor calidad. Este es el objetivo del último proyecto de investigación, de ámbito europeo, en el que está inmersa de la Universidad de Oviedo y que implica a varias empresas del sector (DEW, OTK y Acerinox ). El trabajo se centra en el desarrollo de un software que permite al personal de las fábricas seleccionar el programa de decapado más adecuado para cada metal.

El estudio plantea una reducción de los ácidos que se emplean en el proceso con la consiguiente disminución de las emisiones al medio ambiente. El procedimiento ideado por un grupo del área de Ingeniería de Sistemas y Automática usa un algoritmo para obtener la estimación de las distintas variables que intervienen en el proceso de decapado, como por ejemplo el tiempo empleado, con el fin de optimizar los resultados.

La industria del acero es consciente de que el control de la concentración de ácido en los tanques de decapado es difícil y costoso. Las reacciones químicas que tienen lugar durante el proceso hacen que varíen las concentraciones en el baño ácido, lo que afecta a la eficiencia del decapado. La supervisión y el ajuste de las concentraciones de ácido y metal en el baño de decapado se convierten en el objetivo de mayor importancia para la eficiencia de esta técnica.

Iván Machón, investigador principal del grupo, explica que "el proceso de decapado es una etapa clave dentro de la industria del acero y persigue eliminar la cascarilla, o la disolución del material de la superficie, para lograr superficies de metal de alta pureza". "Un tratamiento de decapado inadecuado da lugar a una calidad inferior del producto, rechazo y pérdida de material y tiene además un gran impacto económico y ambiental", agrega.

Los investigadores de la Universidad no partían de cero pues ya cuentan con experiencia en otros trabajos relacionados con esta temática. Así, estudios previos como SensorControl y SensorControlPilot ya consiguieron resultados satisfactorios al optimizar la calidad durante el proceso de elaboración del acero.