El concejo de Piloña tiene por delante dos fines de semana de máximo disfrute. Al menos gastronómico, ya que tendrán lugar las XXIX Jornadas de la caza. Desde hoy, día 10, hasta el domingo 12, y del 17 al 19 de este mes de febrero, once establecimientos del concejo servirán a sus comensales diferentes menús en los que el denominador común serán sus ingredientes principales, todos ellos especies cinegéticas tanto de caza mayor como menor.

Estas jornadas gastronómicas de la caza, que se presentaron el pasado lunes día 6 en el restaurante La Atalaya, tienen como objeto principal la desestacionalización del turismo, atraer a visitantes a la zona en una época del año como el invierno y demostrar que su riqueza natural y geográfica, gastronómica o cultural no entienden ni de estaciones ni meses del año. Zona repleta de cotos de caza, tanto mayor como menor, son afamadas sus recetas a base de faisán, liebre, perdiz, venado o jabalí, ya sea acompañado de patatines o de fabes, relleno de patatines o en croquetas, por decir sólo algunas propuestas.

Los once participantes son La Roca (Sevares), Rosales (Valle), Palacio de Rubianes (Cereceda), Casa Amancio, La Atalaya y Restaurante Benidorm (Villamayor), Casa Maruja (La Marea) y en Infiesto, Lo de Pelayo, La Verja, Tamanaco, y Los Caños. El menú cuesta 25 euros en todos los establecimientos e incluye café y vino. Además, Casa Marta (Valles) y La Posada de Barro tendrán tapas. Asimismo, La Posada de Barro y el Fresh darán pinchos y degustaciones.

Hablar de la gastronomía piloñesa es hablar de una cocina muy rica y variada. Además de ser expertos en recetas elaboradas con productos de la caza, en la zona se pueden degustar todo tipo de cocidos y fabadas, así como los más tradicionales guisos y postres, todo ello acompañado de unos «culines» de sidra. El hecho de que Piloña sea un municipio eminentemente agrícola y ganadero se ve reflejado en su cocina, una cocina en la que abundan los productos de la huerta, productos en los que reside gran parte del éxito de sus platos. La caza y la pesca ocupan un lugar relevante en todas las mesas piloñesas; los guisos de corzo, venado y jabalí, o las truchas fritas con jamón y el salmón a la ribereña son, entre otras, algunas de las delicias al alcance en restaurantes y mesones. Asimismo, la avellana es un elemento básico en la repostería y una de las señas de identidad del municipio.

Esto no es todo, ya que si se acude a Piloña este fin de semana o el próximo se tendrá la oportunidad de conocer una muestra sorprendente que está dando mucho que hablar dentro y fuera de la región. Por cada menú que se consuma se obtendrá un bono para una visita guiada a la exposición "Los Trece del Sidrón", muestra permanente que alberga el recientemente inaugurado centro de recepción de visitantes Piloña Tierra de Asturcones. Una exposición que se centra en las excavaciones de la cueva del Sidrón. Los visitantes no se encontrarán piezas originales, sino reproducciones de la parte más significativa de lo que los investigadores han extraído desde 1999 en la gruta piloñesa, yacimiento asturiano considerado como «único y excepcional en el mundo»,

La exposición está personalizada, y no sólo por el título. La imagen central son esas trece personas de las que se encontraron restos en la cueva del Sidrón. Siete adultos -al menos tres de ellos eran mujeres-, tres adolescentes, dos juveniles y un infantil. De ellos, que estaban emparentados, se saben muchas cosas a partir de las cuatro mandíbulas encontradas, los tres maxilares e infinidad de fragmentos de cráneos y huesos de los brazos, de las piernas y las columnas vertebrales, además de una buena cantidad de dientes.

Una muestra que bien merece una visita y nada mejor que unas jornadas gastronómicas para incentivarla. Para garantizar que nadie se quede sin mesa, la organización del evento recomienda reservar en el local elegido.

Participantes

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