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Feve desoye las críticas y mantiene las estaciones sin personal ferroviario

La operadora renueva por dos años - a los agentes comerciales externos

Feve persiste en sus estaciones sin personal ferroviario pese a que los expertos creen que constituyen una de las causas de su pérdida de viajeros. La ferroviaria ha perdido más de dos millones de pasajeros en Asturias en la última década. Los expertos en movilidad aseguran que las estaciones se han convertido en espacios inhóspitos para los usuarios, muchos de ellos personas mayores del medio rural. Desaparecido el personal que atendía las estaciones, ahora permanecen en ellas agentes comerciales.

Lejos de dar marcha atrás a esta medida, adoptada en 2014, la empresa acaba de firmar los contratos para prolongar durante 24 meses los servicios externos de operador comercial en las estaciones de Cabañaquinta, Moreda, Ablaña, Nava, Pola de Siero, Laviana, Candás y Grado.

Las primeras estaciones que quedaron totalmente automatizadas en cuanto a la circulación fueron las de Muros de Nalón, Grado, Pola de Siero, Nava, Ablaña, Mieres, Moreda, Candás y Pola de Laviana. Ante las críticas que cosechó esta decisión, a la que se opusieron tanto el Gobierno autonómico como los usuarios, la operadora garantizó que todas las terminales afectadas por el plan quedaban dotadas de "personal cualificado" para la atención al usuario, mientras que las que tienen un mayor nivel de pasajeros también cuentan con máquinas de autoventa de billetes e interfonos para la comunicación telemática directa entre el viajero y el personal ferroviario del centro de operaciones.

Las críticas

Los usuarios criticaron desde un primer momento que las estaciones quedasen sin personal ferroviario y al cargo únicamente de agentes comerciales, que ofrecen información sobre el funcionamiento de las máquinas de billetes y sobre los horarios previstos.

Lastrada por esa pérdida del "trato cercano" al usuario que la distinguió durante décadas, la extinta Feve, reconvertida hoy en una división más dentro de Renfe, también se ve afectada desde hace años por una grave pérdida de fiabilidad ocasionada por numerosos retrasos y cancelaciones.

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