Reunirse a hablar de comida viene siendo en esta vida un asunto casi tan habitual como comer. LA NUEVA ESPAÑA congregó ayer el I Clínic Gastronómico Minicocina. Dicho así, con la asumida grandilocuencia, no significa gran cosa. Dicho de otra manera, un grupo de profesionales hablaron de la repercusión de la tapa como algo que identifica a España en el mundo, de la influencia de los programas de televisión en la gastronomía y del daño que ocasionan a los cocineros y sus restaurantes los comentarios indocumentados en las redes sociales, algo que tendría mayor relevancia si no se produjera también en cualquier otro sector o actividad de la vida pública.

¿Qué es una tapa? Luis Cepeda Baranda, cronista gastronómico y organizador del concurso de España de pinchos, mostró su preocupación por que las tapas, algo tan español, puedan difuminarse en un mundo acostumbrado a comer improvisadamente un taco, un burrito, o una pieza de sushi. Pilar Salas Durán, periodista gastronómica de la Agencia Efe, comentó que los términos minicocina o cocina en miniatura no son los más adecuados para llamar a una cosa que ya tiene nombre. Luis M. Alonso, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, sostuvo que las tapas efectivamente son tapas, y deberían seguir siéndolo sin mayores pretensiones, y que en cierta medida su auge se debe al encogimiento económico por causa de la crisis. Menos dinero, menos producto, cocina pequeña.

Carlos Delgado, crítico enológico de "El País" habló de revalorizar el vino, puesto que en España la tapa nació de la necesidad de acompañar la bebida y no al contrario. Para Pedro Martino, chef del restaurante Naguar, de Oviedo, no hay que hacer distingos, todo es cocina y desde ese punto de vista hay que considerarlo.

Hubo una segunda mesa dedicada a analizar el efecto de los programas de televisión en la gastronomía que sirvió para poner de manifiesto que no se deben juzgar por igual en cuanto a interés y salubridad pública los reality shows y los programas divulgativos de recetas o los documentales. Cosas distintas y que producen diferentes reacciones en los espectadores. Niall Walsh, fotógrafo gastronómico y socio de "Cocina Futuro", revista digital dedicada a la cocina, resaltó que el problema de los programas de televisión se acaba en el momento que cualquiera puede elegir lo que quiere ver en cualquier momento. Daniela Cenis, directora de la misma publicación, mantuvo que le produce tristeza ver cómo algunos cocineros de prestigio empieza a ser reconocibles o populares gracias a la televisión después de años de trabajo bien hecho en sus restaurantes. Julio Bienert "Julius", presentador programas en "Canal Cocina" y cocinero, se esforzó en tratar de convencer a una bloguera del interés divulgativo de la televisión después de que Cristina Martínez "Garbancita" lo cuestionase al tratar a la pequeña pantalla como un espacio simplemente de entretenimiento.

Raquel Mendaña, directora, productora ejecutiva y presentadora en "Cómete Asturias", y Arantxa Nieto, presentadora de radio y televisión, defendieron asimismo el interés divulgativo de algunos de los programas televisivos que se emiten en este país.