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FRANCESCO TONUCCI, "FRATO" | Nuevo doctor honoris causa de la Universidad de Oviedo, investigador del Instituto de Ciencias y Tecnologías de la Cognición de Italia

"Los deberes en casa son un error y un abuso: ocupan tiempo que es de los niños"

"El juego es la experiencia con la que los menores más aprenden, pero necesita autonomía y libertad, no tolera control ni presencia de adultos"

Francesco Tonucci.

Francesco Tonucci, "Frato", investigador en el Instituto de Ciencias y Tecnologías de la Cognición del Centro Nacional de Investigación italiano será investido como nuevo doctor honoris causa de la Universidad de Oviedo el próximo 31 de marzo. Será el primero del mandato de Santiago García Granda como rector de la Universidad asturiana. Actualmente permanece abierta en el claustro alto del edificio histórico de la Universidad una exposición con las viñetas del nuevo doctor honoris causa, quien a lo largo de su trayectoria docente e investigadora ha destacado por su proyecto "La ciudad de los niños", que puso en marcha en 1991, en Fano, su ciudad natal, con el que pretendía "devolver" a los niños su ciudad con iniciativas como "camino seguro", con la que impulsó que niños de seis a once años fueran y volvieran solos a la escuela. Su impronta en la educación de la infancia es tan importante que en España existe una asociación pedagógica con su nombre.

- ¿Qué supone para usted el reconocimiento de la Universidad de Oviedo?

-Ciertamente un gran honor y una responsabilidad, pero también una preocupación que siento cada vez que recibo un reconocimiento de este valor y significado. Siempre he pensado que mis propuestas son fruto del sentido común. Si se consideran extraordinarias y, en ocasiones, revolucionarias, significa que hemos perdido el sentido común y esto, naturalmente, me preocupa. En particular, en el caso de Oviedo me ha sorprendido gratamente que junto a mí hayan querido premiar a Frato, mi alter ego dibujante.

- ¿Tenía algún vínculo previo con Asturias?

-He participado hace pocos años en un Congreso en Oviedo y había estado alguna vez en Gijón.

- De sus investigaciones sobre el desarrollo cognitivo de los niños, ¿qué opina del sistema educativo actual? ¿cree que se potencia lo suficiente la autonomía de los pequeños?

-Opino que el sistema educativo, desde que ha efectuado la valiente y necesaria elección de ser uno de los principales instrumentos de nuestros países para garantizar la igualdad entre los ciudadanos, aún no se ha preguntado cómo debe ser la escuela para ser una oportunidad valiosa para todos los alumnos. Continúa preguntándose cómo deben ser los alumnos para ser adecuados para la escuela, y no lo contrario. De este modo la escuela sigue siendo un lugar de selección y de exclusión, en lugar de ser el lugar de promoción cultural y social que nuestras Constituciones y la Convención sobre los derechos del niño garantizan.

- ¿Cómo ha cambiado la educación en los últimos 20 años?

-A mí me parece que en estos últimos años la escuela ha retrocedido mucho. Está olvidando las conquistas de los años 70 y 80 y está volviendo a los programas y a los libros de texto.

- ¿Está a favor de los deberes o las tareas escolares? ¿Y de cargar a los pequeños de actividades extraescolares fuera del horario escolar?

-Siempre he sido contrario a los deberes en casa que, en mi opinión, son un error pedagógico y un abuso. Un error porque son totalmente incapaces de alcanzar los objetivos que la escuela les atribuye, como la recuperación de las carencias de los estudiantes más débiles (que normalmente no tienen familiares que puedan ayudarles). La recuperación tiene que realizarse en la escuela y tiene que estar garantizada por los profesores. Un abuso porque el tiempo de las tardes, de los fines de semana y de las vacaciones no pertenece a la escuela sino a los niños y en este tiempo tienen que desarrollar su principal deber y tarea, que es jugar. Por eso es importante que las familias no llenen las tardes con demasiadas actividades y que dejen libres a los niños y a las niñas para salir solos de casa a jugar con los amigos.

- ¿Cree que el profesorado necesita trabajar valores que hasta ahora no utilizan con los niños? ¿Cuál debe ser la labor del profesor ante conflictos en el aula como el "bullying"?

-Creo que la escuela debe ser un lugar de educación democrática en la que los estudiantes tengan la posibilidad de participar en las decisiones y de discutir sobre lo que sucede, tal y como prevé el artículo 12 de la Convención. Si esto fuese así en todos los niveles escolares, desde infantil hasta la universidad, es probable que los conflictos o las diversas formas de violencia disminuyesen o en todo caso serían gestionadas por los propios alumnos y no sólo por los adultos.

- ¿Está de acuerdo con los resultados de informes PISA?

-Creo que los resultados de estos instrumentos de evaluación pueden ser interesantes para nuestros gobiernos para comprender las debilidades de sus sistemas educativos, pero son instrumentos muy limitados y poco útiles para evaluar las escuelas y las clases. Su defecto principal es que estudian pocas competencias, que coinciden con aquellas consideradas más importantes por la cultura dominante en nuestros países, pero no logran investigar el amplio espectro de los lenguajes a los que los alumnos deberían tener acceso, tal y como garantiza el artículo 13 de la Convención. No es casualidad que el país que ocupa el primer puesto en la clasificación, Finlandia, sea un país donde se va a la escuela con 7 años, no hay deberes ni exámenes, hay menos horas de clase?

- ¿Qué tipo de competencias considera fundamentales para enseñar desde la escuela?

-Como decía antes, la escuela debería poder permitir a cada alumno desarrollar sus potencialidades, sus talentos. En lugar de eso, por lo general, exige a los alumnos que se adapten a sus propuestas y a sus programas. Una buena escuela es la que promueve y no la que evalúa y suspende. Promueve no porque los alumnos sean buenos sino porque es buena la escuela. Para hacer esto no son necesarias buenas reformas, buenos programas, buenos libros de texto o las últimas tecnologías. Sólo hacen falta buenos maestros.

- ¿Qué importancia le da al juego durante la infancia? ¿Estamos criando niños excesivamente volcados en las pantallas como recurso de ocio?

-El juego es sin duda la experiencia con la que las niñas y los niños aprenden más y jugando crean los cimientos sobre los que podrá descansar todo el conocimiento y las competencias que la familia, la escuela y la sociedad propondrán después. El juego necesita autonomía y libertad, no tolera el control ni la presencia de los adultos. Las nuevas tecnologías son seguramente un gran recurso pero siempre hay que tener en cuenta las diferentes exigencias en las diferentes edades. Durante años las niñas y los niños necesitan encontrarse físicamente, explorar realmente su ambiente y vivir en la realidad sus relaciones, sus conflictos y sus amores.

- ¿Cuál debe ser el papel de las familias en la educación de los niños? ¿Se carga en exceso al profesor en esa responsabilidad?

-La educación debería encontrar a la familia y a la escuela aliadas en pos del bien de los niños y su felicidad. Si este objetivo estuviese claro se podrían evitar muchos conflictos. La actual situación de confrontación que muchas veces separa a la familia de la escuela es algo muy preocupante y ciertamente perjudica a los niños. La familia debe reconocer a la escuela su dignidad y su papel y la escuela debe merecerla y debe saber mantener una relación profunda con las familias.

- ¿Por qué decidió hacer uso del dibujo para dar a conocer sus mensajes? ¿Qué le reporta esta faceta?

-Para mí el dibujo siempre ha sido el lenguaje más natural, mucho antes de ser investigador y de dedicarme a la educación. En 1968, cuando todos buscaban formas más directas y eficaces de comunicación, yo he recuperado el dibujo inventando aquellos personajes que después se han hecho bastante famosos en el mundo de la educación.

- ¿Los espacios urbanos actuales son espacios amigables para los niños?

-Absolutamente no. Son amigables y adecuados para los automóviles más que para los niños o, en general, para las personas. Pero aquí empieza otro capítulo, el del proyecto "La ciudad de las niñas y de los niños", en el que trabajo desde hace 25 años y que podrá ser objeto de otra entrevista.

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