La Asociación para las Comarcas Mineras (ACOM), que agrupa a los ayuntamientos de las cuencas hulleras afectadas por el cierre de los pozos carboníferos, era una fuente de información valiosísima para seguir los fondos mineros. Pero ese archivo documental, que incluía actas, fechas y debates entre quienes decidían en qué se invertían los fondos mineros, ha desaparecido. Se quemó. Ardió por completo en el incendio del 7 de abril de 2016, cuando el fuego destruyó un edificio modernista y protegido de la calle Uría. Todo el fondo se convirtió en cenizas.

Esto no significa que no se pueda conseguir, porque según las fuentes consultadas, en los ayuntamientos mineros "deben al menos" constar copias de aquellas actas con las decisiones que se adoptaban.

Pero esto conlleva un añadido más a la investigación que desarrolla la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de la mano de la Fiscalía Anticorrupción y bajo las directrices del Juzgado de Instrucción 3 de Oviedo. Ahora, los agentes deben solicitar información, "ayuntamiento a ayuntamiento" no sólo para tenerla, sino también para contrastarla. Otra dificultad más.