El temporal de fuertes vientos y oleaje que azota esta semana en el Principado y ha obligado a activar la alerta amarilla se mantiene hoy, jueves. Esta mañana, pasadas las 9.30 horas, se registraba una de las rachas de viento más fuertes, de 81 kilómetros por hora, en Cabo Busto, donde ayer se alcanzaron 114 kilómetros por hora. La de esta mañana es cuarta más alta de España en las primeras horas del día. Y en Degaña, hasta las once de la mañana, se ha alcanzando la segundo precipitación más alta de la península.

Para mañana, viernes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé en Asturias cielo nuboso o cubierto con lluvias débiles y chubascos, generalizados por la mañana y que tienden a remitir por la tarde excepto en la Cordillera que pueden ser localmente persistentes.

De cara al fin de semana, las temperaturas que se mantendrán con pocos cambios, con vientos del oeste, flojos en el interior aunque con intervalos más intensos, y en el litoral serán fuertes al principio tendiendo a disminuir.

En Oviedo los fuertes vientos provocaron la caída de algunos árboles en el municipio. Según fuentes de la Policía Local, el suceso más aparatoso tuvo lugar en San Claudio, donde un árbol de grandes dimensiones se desplomó sobre el tendido eléctrico y cortó parte de la carretera hacia Sograndio. Las labores para su retirada "no fueron sencillas". Además, el viento también derribó un árbol en la zona de Olivares y se llevó por delante el toldo de un establecimiento en la Avenida de Santander. En varios puntos del casco urbano cayeron "algunas ramas".

En Gijón dejó un reguero de árboles caídos en la zona urbana y caminos cortados en la zona rural. Fue necesario retirar un árbol que se desplomó en carril bici, otro en el "Kilometrín", otro en Roces y otro en Somió. Además los bomberos tuvieron que intervenir en la zona de El Humedal para trocear un árbol de grandes dimensiones que se desplomó sobre la carretera, impidiendo el tráfico de los vehículos hacia la salida de Gijón. Igualmente fue necesario intervenir en la caída de cascotes y de varias tejas en algún inmueble de la zona urbana sin que hubiera que lamentar daños personales.

Como medida de precaución se optó por cerrar el paso al parque de Isabel la Católica, y la Policía Local acordonó a media tarde las inmediaciones del Palacio de Revillagigedo ante el riesgo de que se desplomaran los carteles de las exposiciones.

Entre tanto, la reserva de agua en los embalses del Cantábrico Occidental -Asturias y Cantabria- han bajado en la última semana del 88 al 86,5 por ciento de su capacidad, según informa el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).

El agua embalsada asciende a 462 hectómetros cúbicos, ocho menos que la semana pasada, y permanece por debajo de la que había almacenada hace un año (513) y de la media de los diez últimos años (474).

En el conjunto del país, la reserva de agua acumulada en los embalses ha descendido del 54,8 al 53,5 por ciento, con 29.928 hectómetros cúbicos, 750 menos que hace una semana.

No obstante, son las cuencas del Ebro y el Duero las que más acusan el déficit de lluvias.