Un total de 1.999 pacientes asturianos están en lista de espera para operarse debido a que rechazaron la oferta de ser intervenidos en un hospital distinto al suyo. Éste es uno de los datos difundidos ayer por la Consejería de Sanidad del Principado, que corresponde al pasado 30 de junio. La mayor parte de estos pacientes -en concreto 1.333- corresponden al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA); del Hospital Valle del Nalón son 365; del San Agustín, de Avilés, 152; y del Hospital de Cabueñes, de Gijón, 72. El mayor volumen de este colectivo está aguardando una operación traumatológica; les siguen en número las intervenciones oftalmológicas (principalmente cataratas) y de cirugía vascular (varices en su mayoría).

Fue el pasado mes de marzo cuando la Consejería de Sanidad comenzó a ofrecer información sobre el epígrafe denominado "pacientes en espera tras rechazo a la propuesta de intervención en un centro alternativo". Se trata de un grupo de enfermos que, siguiendo la praxis vigente en toda España, no figuran en las estadísticas habituales, las que maneja el Ministerio de Sanidad, que se limitan a "pacientes en espera estructural".

Con esta última expresión se alude a los enfermos pendientes de ser intervenidos "cuya espera es atribuible a la organización y recursos disponibles". Sin embargo, los que son llamados, se les ofrece operarse en un hospital distinto del suyo y lo rechazan pasan al grupo de los que esperan "por libre elección". En toda Asturias, estos últimos sumaban 1.807 a finales de marzo, y han aumentado hasta 1.999 a finales de junio.

El grupo de Podemos en la Junta General del Principado, que lleva toda la legislatura exigiendo más transparencia en los datos de las listas de espera, aseguró en su día que este mecanismo de contabilidad -que obedece a una regulación de ámbito nacional- ha propiciado un mecanismo engañoso. En virtud de este sistema -señala el partido morado-, la Administración sanitaria extrae pacientes de la lista de espera estructural a base de llamarlos por teléfono, forzar una respuesta negativa y pasarlos a la relación de enfermos que han rechazado un centro alternativo. Sanidad lo niega, y argumenta que lo único que hace es tratar de aprovechar todos los recursos sanitarios públicos disponibles en la región y ofrecer alternativas a la espera.

De otra parte, el dispositivo creado por el Servicio de Salud del Principado (Sespa) para el control y seguimiento de las listas de espera analizó ayer los datos correspondientes al mes de junio. El aspecto más destacable ya fue anticipado por este periódico el pasado día 4: el primer semestre del año se cerró en toda la región sin demoras superiores a los 180 días para intervenciones quirúrgicas. No sucedía algo así desde junio de 2012.

El número total de pacientes que aguardan una operación en un hospital público bajó en 238 con respecto a mayo, hasta situarse en 16.857. Por tramos de espera, 12.536 están esperando hasta 90 días; y 4.321 entre 91 y 180 días. La demora media se sitúa ahora en 96 días. Por otra parte, la lista para primeras consultas con un médico especialista disminuyó en 4.982 personas, con un total de 59.884, y la demora media bajó a 60,33 días, dos menos que en mayo.

El gerente del Sespa, José Ramón Riera, subrayó, ante los miembros del dispositivo, que estas cifras "reflejan una evolución positiva, gracias al esfuerzo de toda la organización y el compromiso de los profesionales.