Los cambios organizativos introducidos por la nueva responsable de Salud Mental del área sanitaria IV, que comprende Oviedo y la zona centro de Asturias, han suscitado un profundo malestar entre los psiquiatras afectados, que incluso parece haberse extendido a sus entornos familiares. La trifulca, que lleva varios días en danza, ha subido de tono debido al sonoro rechazo expresado por el anterior "número dos" del Servicio de Salud del Principado (Sespa), el psiquiatra José María Fernández Rodríguez, uno de los profesionales que ha sido movido, quien expone su malestar en la carta que acompaña a estas líneas. Además, el diputado autonómico de IU, Gaspar Llamazares, ha mostrado una cerrada oposición a las permutas de médicos que -a juzgar por los temores que invaden algunos despachos del Gobierno regional- incluso podría poner en riesgo el posible pacto entre la coalición y el PSOE para consensuar los Presupuestos del Principado para 2018. Una de las psiquiatras que se considera damnificada por los movimientos es Ana Isabel González, esposa de Llamazares.
El origen de esta marejada se sitúa en los movimientos realizados por Beatriz Camporro, quien el pasado julio fue nombrada directora del área de gestión clínica de Salud Mental de la zona con cabecera en Oviedo. "La mayoría de los psiquiatras no han recibido de buen grado la noticia del cambio, y ha generado bastante o mucho malestar en ellos y en sus equipos", señala en su escrito el doctor José María Fernández Rodríguez, quien se pregunta de forma retórica: "¿No puede suponer una decisión arbitraria que favorece a unos sobre otros menoscabando derechos y, quizás, prejuzgando la capacidad o cualificación profesional entre ellos?".
El doctor Fernández Rodríguez ha ocupado dos cargos de mucha relevancia en el Servicio de Salud con gobiernos socialistas: primero, responsable de la unidad de coordinación de Salud Mental del Sespa, y después director de Servicios Sanitarios -número dos en la jerarquía de mando- del Sespa, entre 2013 y 2015.
