La vieja rampa ferroviaria de Pajares circula hacia "el final de su vida útil". La constatación de los técnicos del grupo de ferrocarriles del Colegio de Ingenieros de Caminos de Asturias conduce a la necesidad de invertir mucho más de los 145 millones de euros que el Ministerio de Fomento tiene consignados en su presupuesto si el propósito fuera seguir usando la línea en el largo plazo. Con el dinero reservado, calculan los expertos, difícilmente habrá para más que para una reforma de la vía y la catenaria, para una labor de mantenimiento convencional muy distante por su entidad y coste del repaso completo que necesitaría la línea si se pretendiese prolongar su uso más allá de 2021, allí donde el último plazo de Fomento sitúa la apertura de la Variante.
Es una restauración que por su complejidad no se acomete en Pajares desde hace más de 25 años y que la nueva planificación del Gobierno para el nuevo trazado subterráneo ha resucitado. Dado que el cambio de planes del Ministerio y su decisión de instalar vías de ancho estándar en los túneles obstruirían en las condiciones actuales el paso de trenes de mercancías -no existen locomotoras de carga de ancho variable, los vagones están en fase de experimentación-, mantener la rampa abierta para ellos podría haber llegado a ser una opción. Una que al decir de los técnicos sería al menos ineficiente -la Variante exclusiva para pasajeros "sería un despilfarro de fondos públicos" y la rampa ya no reúne condiciones para un tráfico mercante competitivo, aducen-, una que en todo caso ha quedado cegada esta misma semana por la Comisión Europea, que en una respuesta al eurodiputado asturiano Jonás Fernández ratificó la exigencia impuesta por el financiador europeo de que los tubos puedan ser usados por trenes de pasajeros y mercancías y emplazó a Fomento a buscar una solución técnica eficaz para los convoyes de carga.
El impedimento europeo se suma así a la falta de presupuesto y al obstáculo de la enorme complejidad de la intervención en la rampa, con recrecido de gálibos en alguno de los túneles incluido. Los expertos de la Plataforma Tecnológica Túneles de Pajares sostienen que "técnicamente sería muy complejo ejecutar el acondicionamiento sin cortar el tráfico en largos períodos, para terminar dejando una infraestructura ineficaz", en todo caso mucho menos competitiva que los túneles de la Variante para absorber el intenso tráfico de mercancías que soporta la conexión de Asturias con la Meseta. El volumen se calibra si se tiene en cuenta, cuentan, que de la región salen al año en tren aproximadamente 1,7 millones de toneladas de carga; por la suma de las fronteras de Cataluña y el País Vasco con Francia transitan 3,5 millones. Esa cantidad, y citan la estimación del Plan de Infraestructuras y Movilidad del Principado 2015-2025 (PIMA), podría llegar a duplicarse en entre tres y cuatro años.
La vieja rampa del siglo XIX no debería ser pues una opción. a su juicio. Eso dicen los expertos consultados sobre las condiciones en las que se encuentra el trazado muy revirado y muy pendiente, con sus 63 túneles, de los que al menos doce "están para hacer nuevos" según uno de los técnicos consultados, y con un estado de conservación general que hace aun más urgente, si cabe, la apertura de la Variante.
Son elementos de prueba las diecinueve horas que Asturias permaneció incomunicada por ferrocarril por una avería entre el martes y el miércoles pasados y todas las veces que percances similares han ocurrido antes.
