Nunca antes, en ningún país del mundo, un tren propulsado con gas natural licuado había transportado viajeros. La primera experiencia se realizó ayer en Asturias, concretamente en Mieres. Los ministros de Fomento y Energía, Íñigo de la Serna y Álvaro Nadal, respectivamente, se pusieron, casi literalmente, a los mandos de la locomotora que será testada entre Figaredo y Trubia durante los próximos cuatro meses.

El coordinador del proyecto, Amador Robles, apuntó ayer que Renfe tiene previsto que el convoy haga unos 15.000 kilómetros hasta mayo. Para entonces esperan que el motor esté validado y se puedan comenzar a presentar servicio durante un periodo de dos años con máquinas híbridas, con doble motor de gas y diesel. El objetivo es empezar a funcionar sólo con gas a partir de 2020. Robles confirmó que será la línea de la comarca del Caudal, entre Collanzo y Baíña, la primera de todo en país en disponer del nuevo sistema ecológico de propulsión. Asturias será, por tanto, la primera región del mundo en contar con este servicio, que plantea reducciones de hasta el 30 por ciento en la emisiones de dióxido de carbono (CO2). De momento, las primeras pruebas realizadas en Mieres han permitido contrastar una reducción del ruido y vibraciones de un 30 por ciento, según adelantó el Ministro de Fomento.

Cerca de 10 minutos tardó ayer el tren propulsado con gas licuado en recorrer los aproximadamente 5 kilómetros que separan las estaciones de Mieres y Figaredo. "Hemos cogido velocidades de 34 y 35 kilómetros por hora", destacó satisfecho Íñigo de la Serna. "Íbamos muy cargados", subrayó. En el tren subieron, entre otros muchos políticos, los consejeros Fernando Lastra e Isaac Pola, el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, y el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez. También tuvieron asiento en este "histórico" viaje, como lo definieron los propios ministros, John Chamberlain, de Gas Natural Fenosa, Marcelino Oreja, consejero delegado de Enagas, y José Luis Manglano, presidente ejecutivo de Bureau Veritas. Y es que este proyecto de lucha contra el cambio climático, dotado en esta fase de pruebas con 1,4 millones de euros, cuenta con una notable participación del sector privado.

En los próximos meses la locomotora impulsada con gas licuado hará miles de kilómetros entre Mieres y Trubia: "Se tomarán muestran con los motores monitorizados y esperamos que se confirmen los análisis teóricos", apuntó Álvaro Nadal. Este proyecto está en línea con los objetivos de la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética que prepara el Gobierno. Según datos del Ministerio de Energía, el ferrocarril consume prácticamente la mitad de toda la electricidad utilizada en el sector del transporte en España (el 45 frente al 20 % de la carretera). "Hay que hacer cambios tecnológicos para llegar a un mundo descarbonizado manteniendo nuestro nivel de vida. Casi la mitad de la energía que consumimos lo hacemos en el transporte, campo en el que hemos hecho un menor esfuerzo para reducir las emisiones de gases contaminantes", remarcó Álvaro Nadal.

Los planes del Gobierno, en síntesis, son probar el motor de gas durante cuatro meses. Luego, a partir de mayo, el convoy, si como todo indica supera el chequeo, empezaría a prestar servicio en el Caudal. Lo haría con una doble motorización, manteniendo el diesel como refuerzo. Además, otros tres trenes de la red asturiana de Cercanía se dotarían del sistema. "Si todo va bien, en dos años se abordará la expansión del sistema a todos los tramos del circuito ferroviario que está sin electrificar", explicaron los responsables del proyecto.

Menos contaminante

El gas licuado no deja de ser un combustible fósil, aunque menos contaminante que el carbón. Para licuarlo el gas se refrigera a temperaturas de 160 grados bajo cero. Así se reduce su volumen unas 600 veces y, de esa manera, permite transportar el fluido por barco a diversos destinos en el mundo. La intención del Gobierno es empezar por los trenes, pero la planificación a largo plazo pasa por utilizar este combustible como sustituto del carburante actual en todo tipo de vehículos a motor. Asturias podría beneficiarse de este programa nuevamente si el Gobierno logra captar, como pretende, 4,8 millones de euros del programa europeo CEF (Connecting Europe Facility).

El ministro Íñigo de la Serna tiene puesta la mirada en la autopista del mar, de Gijón y Nantes, actualmente anclada en puerto de futuro incierto. "Pretendemos poder incluirla en esta convocatoria siempre que el buque este dotado de este sistema de propulsión. Sino será difícil lograr financiación europea", señaló el titular de Fomento.