Ignacio Prendes Prendes (Gijón, 1965) no quiere caer en la autocomplacencia de las encuestas que señalan un impulso electoral de Ciudadanos: algunas incluso apuntan que podría llegar a superar al PP en unas elecciones generales. Es portavoz en Asturias de Ciudadanos y vicepresidente primero del Congreso de los Diputados.
- ¿Cuando ve las encuestas piensa que está en un momento dulce?
-No. Vivimos un momento de oportunidades. No se puede hacer un análisis coyuntural del fenómeno Ciudadanos, nuestro crecimiento es estructural.
- ¿Y por qué esa subida?
-Cuando el foco de la política en España gira hacia el proyecto de país y el modelo territorial, que en el fondo es hablar de igualdad y servicios públicos, cobra auge el partido que nació para garantizar eso, que es Ciudadanos. Somos el único que no lleva mochilas ni arrastra piedras de corrupción, con un proyecto claro, eso es lo que ha explosionado. Pero para nosotros es parte de una evolución.
- Cuidado, no pase como los suflés, que se deshinchan.
-No creo. Hay quien dice que puede ser como en 2015, cuando las encuestas nos daban más de lo que fueron los resultados. Pero éste es un proyecto más solido y consolidado, hemos pasado ciclos locales y autonómicos, y dos elecciones generales.
- ¿De dónde salen esos nuevos votantes ahora?
-De gente desencantada del PP y del PSOE, personas que estaban fuera de la política y encuentran ahora un partido de referencia que garantiza un proyecto de país y cree que se puede hablar de igualdad, servicios públicos y regeneración. Y sobre todo tenemos el porcentaje de afiliados jóvenes más alto de todos los partidos. Es decir, hay quienes se incorporan con Ciudadanos como referencia, y luego los que esperaban una regeneración del PP que no llega ni llegará nunca y los que contemplan la podemización del proyecto del PSOE, perdido en la bruma de las plurinacionalidades.
- ¿Y cree que pescarán en el caladero de Podemos?
-Yo creo que también. Hay un votante que, incluso viniendo de la izquierda, no está dispuesto a poner la identidad por encima de la igualdad, que no acepta sacrificar servicios de calidad en el altar de los falsos derechos a decidir. Hay votantes que nos ven como garantía de un proyecto de país sólido, y eso no lo aporta nadie. ¿Lo hace el PP con su inestimable contribución a deslegitimar la política con una corrupción que surge a borbotones? Además ha permanecido en el inmovilismo sin abordar las reformas que necesita España, haciendo un arte del dontancredismo (en referencia a don Tancredo, el lance taurino que consistía en esperar el toro en la plaza simulando ser una estatua).
- Tiéntese la ropa con la corrupción. ¿Pone usted la mano en el fuego?
-En eso se trata de garantizar que se tomarán responsabilidades políticas. Con el PP vemos que durante años el poder estaba en Madrid y en Valencia, que ahora parecen colonizados por la corrupción. Los responsables eran Ignacio González y Francisco Camps. ¿Ha sucedido algo, alguien ha asumido algo? La salida del PP justificándose al decir que actúa casi como un partido confederal es de chiste.
- Concrete: ¿ustedes son izquierda o derecha? Defínanse.
-En febrero tuvimos un congreso y salió una definición: el social-liberalismo. Piense que los ejes de izquierda y derecha se definían sobre el Estado del bienestar y los servicios públicos, pero ése es ya un patrimonio común. La dicotomía está ahora entre sociedades abiertas o cerradas; la defensa de las clases medias o la superación de las viejas recetas de subir impuestos o aumentar el tamaño de la Administración. Pero ahora el nacionalismo está en el centro del debate. Nosotros apostamos por las sociedades integradas modernas, en la línea de Macron (Francia), Renzi (Italia) o Trudeau (Canadá). Se discute cómo combatir el populismo, que en España tiene el rostro del nacionalismo, con los valores de la Ilustración. Esos egoísmos territoriales han impedido afrontar reformas hasta el punto de cuestionar la misma esencia de España. Mire, el gran patrimonio de la izquierda europea, el Estado del bienestar, ya es afortunadamente un patrimonio de todos.
- Bien, pero ¿quiere decirme que si gobernasen no alcanzarían acuerdos con los nacionalistas?
-Las grandes políticas nacionales no pueden pactarse con partidos que no creen en la nación y defienden intereses regionales. Los grandes pactos de Estado han de tener una base de alianza con quienes creen en ese Estado. Y hemos visto cómo el PP y el PSOE pactaban políticas para todos con quienes quieren romper el proyecto de todos. El PP entregó al PNV ese botín que fue el cupo vasco en aras de un acuerdo presupuestario que los propios vascos negaban. Los ciudadanos se han dado cuenta de estos "negocios" y han alzado la voz.
- Les falta a ustedes infraestructura territorial. ¿Cómo piensan completar las listas municipales y autonómicas, convocando una oposición?
-(Se ríe) No, no, queremos ser la puerta de entrada para mucha gente de Asturias, con ambición pero que hasta ahora no ha tenido su espacio. Es falsa esa idea de que hay desidia, apatía o desgana política en la sociedad; al contrario, lo que pasa es que lo que ofrecían los partidos viejos eran antiguallas. Queremos seguir trabajando con calma, tranquilidad y con una oferta política; combinando savia nueva que quiera tener un papel más decisivo y piense en cómo resolver los problemas de los asturianos.
- ¿Y no prevén fichajes?
-La puerta está abierta para todo el mundo. Quien nos vea como una opción y quiera venir a trabajar, bienvenido sea. Pero no tenemos una política de "cazatalentos".
- ¿Va usted a ser el candidato en Asturias?
-Yo soy el portavoz en Asturias. Pero también hay un comité autonómico, agrupaciones locales, un portavoz parlamentario, que es Nicanor García... No es éste el momento de hablar de candidaturas y ya le advierto que no lo será en todo 2018. Este año toca preparar el programa político, armar nuestras ideas y escuchar a los asturianos.
- ¿Su acuerdo nacional para investir a Rajoy presidente se tambalea?
-Seguimos exigiendo su cumplimiento, aunque el PP intente hacerlo arrastrando los pies. A veces creo que no se imaginaban que seríamos tan exigentes. Lo que pasa ahora es que se equivocaron en Cataluña al tratar de convertir a Ciudadanos en un enemigo del PP. No es el Partido Popular un rival a batir; lo son el paro, la precariedad de los jóvenes, el populismo rampante y la desintegración del Estado.
- Si aprietan demasiado, igual acabamos en elecciones generales anticipadas.
-Eso Rajoy sabrá. Nuestra exigencia son las ciento cincuenta medidas pactadas.
- En Andalucía apoyaron al PSOE; en Madrid, al PP. ¿Y en Asturias qué harán?
-Nosotros salimos a ganar las elecciones. El día después veremos qué dicen los asturianos. Esa diferencia que usted señala se explica pensando que lo que hicimos en cada lugar fue una lectura correcta de lo que decían los andaluces (era un PSOE renovado, sin Chaves ni Griñán) y los madrileños (el PP ha constituido comisiones de investigación sobre la corrupción). Lo cierto es que España necesita nuevos liderazgos. La apuesta es que seremos el motor de construcción de esa España del futuro.
- Una maldad: ¿Ciudadanos en Asturias ya es todo naranja o sigue el rastro de aquella tonalidad magenta (parte del partido provino de UPyD, entre ellos el propio Prendes)?
-Mire, en Asturias no pasó nada que no ocurriera en España. Este proyecto nació con gente de muchos sitios, pero con la misma vocación. Y siempre fue naranja, desde el principio, y lo será en el futuro. Hablar de eso es pasado y fue natural que los que pensábamos lo mismo acabáramos en el mismo partido. Aquí no se pregunta a nadie de dónde viene.
- ¿Cuál es el objetivo inmediato?
-Celebrar una asamblea el próximo 2 de febrero, en Oviedo, que será el pistoletazo de salida del trabajo programático.
