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Las consecuencias del chaparrón

Las lluvias ponen en peligro la campaña de faba, la peor que se recuerda en 35 años

La humedad ha anegado las fincas y ha provocado un retraso "grave" en el crecimiento de las plantas, que ahora tendrán que enfrentarse a los hongos - Los agricultores contratan seguros para paliar las pérdidas económicas de una temporada que consideran prácticamente "insalvable"

Pablo Álvarez, en su huerta de fabas en Yerbo, en Tineo. A. M. SERRANO

Peligra la producción de faba en Asturias este año, la peor temporada que se recuerda en los últimos treinta y cinco debido a las lluvias torrenciales del último mes. Productores y sindicatos alertan de que el mal tiempo ha frenado en seco el crecimiento de la planta, que a estas alturas del año debería de estar crecida y sin embargo ni siquiera se ha amarrado la planta a la vara que se le coloca para que se desarrolle.

El exceso de agua ha anegado las fincas y ha ralentizado el crecimiento de las fabas y, por si fuera poco, si ahora llega el calor, se produciría una proliferación de hongos. Mal futuro para la cosecha de este año, que algunos ya consideran perdida. Es por ello que la mayoría de los productores ante esa situación ya han contratado un seguro agrario para intentar paliar las pérdidas, que salvo milagro parecen a todas luces insalvables.

José Ramón García Alba, "Pachón", secretario de la Unión de Campesinos de Asturias, incide en que "la cosecha de fabas se va a perder íntegra. Está todo hecho una podredumbre, y no sólo la faba, también la hierba y el maíz". Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG, mantiene el mismo discurso y apunta a que la patata, en aquellos concejos que están libres de estar afectados por la polilla guatemalteca, "se perderá. No se pueden sulfatar y con esta humedad el milium atacará a la hoja". Dice Cruzado, en cuanto a los ensilados de hierba, fundamentales para alimentar al ganado vacuno, que la humedad de este año también ha perjudicado gravemente a la hierba y que a estas alturas en un año en condiciones climatológicas normales ya se tendría ensilada la hierba, pero "todavía está todo por hacer, el ensilado podemos darlo prácticamente por perdido y si se puede hacer algo tendrá una calidad muy baja".

Pablo Álvarez es productor de faba con IGP (identificación geográfica protegida), tiene una finca de dos hectáreas en Tineo y también reconoce que está preocupado por la cosecha de este año. "Nosotros hemos trasplantado el semillero para poder ir reponiendo las plantas que han quedado afectadas por el mal tiempo. Ahora no podemos trabajar porque la tierra está encharcada y si ahora viene mucho calor esto provocará la proliferación de los hongos. No somos nada optimistas con la cosecha de este año", asegura el productor asturiano.

Con este panorama tan poco halagüeño para uno de los productos más cotizados de la agricultura asturiana, ahora sólo toca confiar en que el tiempo mejore y que las temperaturas del verano no sean extremas para ver "si al menos se puede salvar algo de la producción, para la que llevamos trabajando todo el año", remata la agricultora Martínez.

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