No más pagos de daños de lobo a aquellas personas que están haciendo negocio con el ganado en Asturias. Se acabaron los pagos fraudulentos a aquellos que no son ganaderos, sino especialistas de la picaresca y que compran ganado barato en Galicia para después soltarlo en zona de influencia de lobos y cobrar los daños que paga la Administración.

El nuevo borrador de pago de daños que elabora la Consejería de Medio Ambiente y que saldrá a información pública en los próximos días establece un decreto en el que, si no hay una buena práctica y manejo de los animales, los daños no se abonan. A este punto ha tenido que llegar la Administración tras encontrarse con que hay 38 ganaderos "dudosos", que presentan cada año un número de daños enormes, llegando incluso a cobrar 26.000 euros por todas sus reses.

Esta situación perjudica a los verdaderos ganaderos que luchan cada día por salvar su ganado de los ataques del lobo, y tal y como explica Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias, "si alguien está haciendo fraude con el ganado hay que acabar con ello, nos perjudica a todos, y esas personas no son ganaderos".

Además el nuevo borrador también actualiza los pagos de los daños ocasionados por lobos y que llevaban congelados desde el año 2007 en el Principado, una situación que desde los sindicatos agrarios califican de "sangrante", ya que consideran que lo que se paga por un animal muerto no compensa, ni se tiene en cuenta si es un animal adulto o uno joven.

Más rígidos

El nuevo decreto establece un protocolo más rígido para valorar los daños, porque se quiere evitar posible discrecionalidad de los guardas, que ahora tendrán que rellenar unos formularios concretos y estandarizados donde se plantearán cuestiones del tipo: ¿hay presencia de pelo?, y se tendrá que cubrir una casilla con el sí o el no. Además, si se da el caso de algún daño que pueda parecer dudoso, entonces la Consejería de Medio Ambiente se reunirá con los sindicatos agrarios para intentar resolver la discrepancia, en caso de que la hubiera.

Un estudio de la Universidad de Oviedo, cuyos resultados se conocieron hace apenas dos meses, concluye que los ataques de los lobos son cada vez más numerosos en Asturias y que incluso están llegando a afectar a las zonas de costa. Cada año, el Principado de Asturias destina alrededor de un millón de euros para compensar los ataques del lobo a vacas, caballos, cabras y ovejas. El promedio que se paga por cada animal muerto se establece en los 221 euros, un precio que se verá aumentado con el nuevo protocolo que está a punto de publicarse y que al fin actualiza los precios.

Además se intentará acabar con los fraudes que han salpicado además de a "ganaderos" a algunos guardas que supuestamente falsificaron expedientes para que los cobros contasen con luz verde.