El plan para la mejora de las cercanías ferroviarias resulta vital para potenciar el transporte público en la región y, en especial en la zona centro. El cambio de gobierno y, por lo tanto, de responsable de la cartera de Fomento deja en el aire una actuación reclamada en la región por partidos de todos los signos políticos.
Íñigo de la Serna había anunciado un plan de cercanías, de carácter plurianual, que estaría dotado con 580 millones de euros en respuesta a los continuos problemas en los tráficos y frecuencias de la antigua red de Feve que, para la izquierda regional, eran síntoma de la pretensión de cargarse unas líneas consideradas de interés público regional. El Gobierno asturiano valoró positivamente al anuncio mientras Podemos e IU expresaban sus recelos de que sólo fuera una promesa más sin el necesario soporte presupuestario.
Con el cambio de Gobierno tras la moción de censura que sacó adelante Pedro Sánchez, las dudas sobre el plan de cercanías parecen haberse acrecentado. El nuevo ministro, José Luis Ábalos, no dejó claro el futuro de las cercanías en su primera comparecencia a petición propia ante la Comisión de Fomento. "En los últimos meses se han presentado planes de cercanías en Cataluña, Cantabria, Asturias, Valencia, Madrid... Hay que seguir avanzando en esa línea, pero dando un carácter de unidad a los mismos e integrándolos, por lo que desarrollaremos un plan nacional de cercanías de movilidad urbana en colaboración con todas las administraciones", anunció Abalos quien aprovechó para acusar al PP de haber creado "inciertas expectativas en la ciudadanía" con los plazos anunciados para la culminación de algunas obras.
