El cantante argentino Osvaldo Grimau y la Agrupación Coral de Porceyo fueron los encargados de amenizar ayer la tarde musical en el stand de LA NUEVA ESPAÑA de la Feria de Muestras. La masa coral de Porceyo, que cuenta con más de cuarenta integrantes de entre 50 y 80 años, aunque a la actuación de ayer, sólo acudieron cerca de la mitad, fue la primera en salir al escenario. En su trigésimo sexto aniversario, el grupo cautivó al público con sus canciones dedicadas "al mar y a la bodega". La habanera es el género musical por excelencia de este veterano grupo. El presidente de la agrupación, José Antonio Menéndez, asegura que la formación musical "ha ido creciendo con los años. Comenzamos siendo un grupo parroquial, pero pronto nos salimos del guión y comenzamos a ofrecer conciertos". El público pudo disfrutar desde canciones asturianas como "Mocina dame un besín" hasta habaneras como "La bella Lola" o "Don Gil de Alcalá", a pleno pulmón y sin acompañamiento musical. Todas las canciones fueronmuy aplaudidas.

La actuación del artista argentino afincado en Oviedo Osvaldo Grimau, se caracterizó por la versatilidad de este cantante, que interpretó temas en inglés como "Unchained melody" y en castellano como "Un beso y una flor" de Nino Bravo, a quien considera su ídolo. Con más de 30 años de experiencia en el mundo de la música, Grimau se define como "autor, compositor e intérprete". Acostumbrado a acompañar sus actuaciones musicales con su piano o su guitarra, ayer el argentino deleitó al público tan sólo con su voz. "Tener tan sólo que cantar me gusta porque voy más relajado y puedo meterme más en la canción de cara a animar mejor al público", afirma.

Gracias a la variedad del show ofrecida por el cantante argentino, los espectadores pudieron disfrutar de una tarde de bellas melodías.