"La rueda del distrito único genera problemas", reconoce el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda. Ocurre que los alumnos canarios, por ejemplo, tienen el triple de oportunidad que los navarros o castellanoleoneses de acceder a carreras punteras como Medicina porque en la prueba de acceso a la Universidad de sus respectivas comunidades autónomas les llueven los sobresalientes. Y eso no gusta en comunidades como el Principado de Asturias donde se aplican los criterios fijados por el Ministerio, al pie de la letra, para organizar la prueba de acceso a la Universidad, la denominada Evaluación de Bachillerato (EBAU) que es la evolución de la antigua Selectividad.
La llegada de bachilleres franceses y de otras regiones europeas con expedientes brillantes o esos alumnos de comunidades españolas donde la EBAU les permite obtener notas más altas, no acaba de gustar. Porque los de casa pierden oportunidades.
Avanzada la formación académica, Juan López Arranz aprecia que la oportunidad de que vengan alumnos de fuera es "fabuloso. Mezclar sangre siempre fue buenísimo". Con él coincide García Granda: "No solo bueno, es indispensable". No obstante, piden un tratamiento administrativo diferenciado, como se explicó en la primera entrega del debate suscitado en torno a la cumbre académica de Ribadesella. "Es una rueda infernal. Las normas generales no están hechas para nosotros"
Cuando un estudiante logra un trabajo y necesita pasar a un régimen de estudio a tiempo parcial ese paso requiere doscientos mil trámites. Otro ejemplo, el distrito único en el acceso universitario? Está muy bien que vengan estudiantes de fuera cuando vienen con muy buenas notas, pero los alumnos asturianos no compiten en igualdad de condiciones.
Juan López Arranz considera que una de las necesidades a fundamentales a cubrir tiene que ver con la renovación de plantillas docentes. "Mientras no se agilice el procedimiento de captación de profesorado no hay nada que hacer", concluye el exrector de Oviedo.
