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Sebastián y Olaya no pueden conocer sus raíces asturianas

Un ingeniero lenense apela a Asuntos Exteriores para traer a sus hijos a la región de vacaciones

Borja Brañanova, ayer, con sus dos hijos, Olaya y Sebastián, en Dubai. LNE

Sebastián y Olaya no pueden conocer a su abuelo asturiano. Tienen casi cinco años y tres años y medio, respectivamente, y su padre, un ingeniero lenense que lleva más de 14 años en Dubai, no puede venir con sus hijos de vacaciones a Asturias al estar inmerso en un laberíntico proceso de divorcio, que ya va camino de los tres años en los Emiratos Árabes Unidos.

"Se encuentra en una situación que no tiene ninguna explicación lógica, pero va a poner todo para que prevalezca el interés del menor sobre intereses personales", comenta un familiar de Borja Brañanova, quien atesora una amplia y dilatada trayectoria profesional en una empresa multinacional que le ha llevado a su actual ocupación, en el aeropuerto de Dubai. "Soy casi con toda seguridad uno de los asturianos que lleva más años aquí", comenta el ingeniero de minas y máster en dirección de empresas, en medio de una auténtica pesadilla que le ha supuesto más de medio centenar de vistas judiciales y hasta tres órdenes de arrestos resueltas por vía administrativa, una de ellas por negarse a firmar algo, en contra de su voluntad. Brañanova se casó con una mujer sudafricana. El enlace tuvo lugar en la embajada de España y sus dos hijos son de nacionalidad española pero de poco le ha servido desde que la mujer entabló un proceso de divorcio aún no definitivamente resuelto. "La actuación de los Emiratos Árabes en este tipo de casos es estándar. En una situación muy similar a la mía hay también padres alemanes, franceses o italianos. Si la madre se opone , aunque la explicación sea peregrina, no hay nada que hacer. Y eso, créame, resulta muy injusto", comenta. "Pide ayuda para reclamar igualdad porque es un problema que sufren muchos padres allí", comenta un familiar.

Los jueces de Emiratos Árabes han autorizado a la madre a viajar a su país, Sudáfrica, con los pequeños pero no así al padre a hacerlo a España, siquiera para pasar unos días de vacaciones y poder conocer a su familia en Luarca, Oviedo, Gijón, Mieres, Turón y Figaredo. "Y han viajado a Sudáfrica con pasaporte español", apostilla el padre, que ha recurrido a abogados locales, de Emiratos Árabes Unidos y de España para tratar de buscar una solución. Los juristas creen que se están invadiendo los derechos de los niños, de ahí que quieran separar el procedimiento de divorcio, del derecho de los pequeños a conocer a su familia asturiana, empezando por su abuelo paterno que les llama por teléfono todas las semanas. Después de casi tres años de idas y vueltas, los asesores jurídicos de Brañanova se han dirigido al Ministerio de Asuntos Exteriores una vez que en la embajada española en los Emiratos no recibió respuesta. La siguiente carta fue a la dirección general de asuntos consulares y migratorios, con fecha del pasado 25 de junio. En este caso la respuesta fue rápida. Venían de decir que la Embajada no había intervenido para que no pareciera una injerencia en la administración de justicia de Emiratos Árabes. Pero en cambio sus abogados locales sostienen que la Oficina del Emir "sólo atiende peticiones y quejas de embajadas o consulados, y no de particulares". Para evitar este aparente bucle, los asesores jurídicos de Brañanova apelan al derecho que tienen los niños a conocer a su familia para así evitar el desarraigo y piden al Ministerio de Asuntos Exteriores una mínima colaboración: "Tanto España como Emiratos Árabes son firmantes de la convención de los Derechos del Niño. Sólo se están pidiendo unas vacaciones con todas las cautelas que se crean convenientes. Esperamos que Asuntos Exteriores ponga un poco de interés. Si asiste, pongamos el caso, a un ciudadano español detenido por un asunto de droga como no va estar presente en una cuestión de esta naturaleza", se preguntan los asesores del ingeniero asturiano.

"Quiero que mis hijos conozcan a mi familia, que puedan bañarse en la playa de Salinas o subir a la Sierra del Áramo, como he hecho yo tantas veces, y que conozcan Luarca, la tierra de esa canción que tanto les gusta, Asturiana, asturianera", defiende Borja Brañanova.

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