La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El conductor

"Un chaval fantástico y muy hábil al volante", destacan del chófer

"Hace años estuvo de baja por cervicales", indica un compañero "Pasó los reconocimientos médicos de 2017 y 2018", dice Alsa

"Es un chaval fantástico. Amable, educado y buen conductor". Compañeros, amigos y viajeros coinciden a la hora de describir a Omar López, el chófer que ayer iba al volante del autobús accidentado en Avilés. De 40 años, natural de Santoseso (Candamo) y vecino de Pravia, el piloto se encuentra ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA: le fue amputada una pierna y sufrió importantes daños en la otra, además de otras heridas.

Sus compañeros de profesión destacan de él, además de su calidad humana, su destreza al volante. "Estuvo haciendo la ruta a los Lagos de Covadonga. Eso ya dice mucho de su pericia al volante, porque en esa ruta no ponen a cualquiera", indicó ayer un compañero que trabajó codo con codo con López hace unos años.

Una de las hipótesis que se barajan sobre los motivos del accidente es que el chofer sufrió un desvanecimiento mientras conducía. Uno de sus compañeros, recuerda que "hace un par de años, estuvo durante varios meses de baja" por, presuntamente, "un problema de cervicales que le ocasionaba vértigos". Por su parte, Alsa desmintió ayer que el trabajador sufriera cualquier tipo de problema de salud inhabilitante. Según fuentes de la compañía, el conductor pasó como "apto" los reconocimientos médicos de 2017 y 2018.

Además del cariño y apoyo de sus compañeros, en sus años de trayectoria en la empresa, López se ha ganado también el aprecio de los pasajeros, que destacan de él su pasión por el deporte. "Es un chaval fenomenal", resaltó Delfina Fernández, una de las usuarias de la línea que ayer viajó con el conductor en el autobús de las seis y media de la mañana. "Justo estaba hablando con una vecina de que me habían robado los canalones de casa y él también intervino en la conversación. 'Los roban y no valen nada', me dijo, porque había trabajado en una empresa de calderería", relató, visiblemente apenada.

La misma sensación se palpaba en la cafetería Alborada de la calle Juan Antonio Bravo de Cudillero, de donde parte la línea hacia Gijón y en la que López suele parar a tomar algún café. "Es un chaval majísimo, súper atento, educado...", se deshacía en elogios la camarera, momentos antes de confirmarse definitivamente la identidad del piloto. "Es una auténtica lástima. A ver cómo se recupera de tan duro golpe. Tiene dos hijos y una mujer", abundaba, tras conocer el peor de los presagios: "Esperemos que se recupere lo antes y lo mejor posible".

Compartir el artículo

stats