El 27 de marzo de 1881, miles de asturianos se concentraron en la plaza de la Escandalera de Oviedo para exigir un trazado ferroviario por Pajares acorde con los intereses de la región. Más de 137 años después de aquella algarada a la que hay quien asocia el nombre de la plaza, la extensión del inventario de agravios que se relacionan con las infraestructuras pendientes o cercenadas en Asturias puede llegar a desbordar varias veces el turno de intervención de un diputado en el pleno de la Junta. Eso sucedió ayer varias veces. No les da el tiempo para tanta afrenta. Le pasó al diputado de Podemos Daniel Ripa con una retahíla conocida y fácilmente reproducible que remite a la denuncia de un aislamiento por mar, por aire y por tierra en varias de sus versiones y que muy poco a poco va dando forma a la movilización de fuerzas, a aquella "escandalera" que en el siglo XXI se resiste sin embargo más que en el XIX. De momento, ahora hacen ruido los empresarios del Noroeste, recién constituidos en lobby, y un puñado de políticos, los que hace año y medio no fueron capaces de llenar de contenido la alianza promovida por el Principado.
Un tren ya tarda más en viajar de Oviedo a León que de León a Madrid, pese a que este trayecto tenga cerca del triple de kilómetros que aquél. Así será mientras no haya Variante de Pajares, y Variante no habrá, según el último plazo disponible, hasta 2021. El consejero de Infraestructuras, Fernando Lastra, repitió ayer en la Junta que su límite es 2020 para la finalización de la obra, sin las largas y complejas pruebas que los túneles van a exigir antes de entrar en servicio. Dijo eso y se remitió a ciertas "opiniones técnicas" para insinuar que los plazos bien podrían agilizarse si "se toman las decisiones correctas" sobre los contratos de montaje de vías pendientes y retrasados por la controversia desatada en Asturias durante los meses de discusiones a cuenta del ancho de las vías.
De resultas del cambio de parecer de Fomento a este respecto, y de su decisión de abrir la Variante con un túnel en ancho estándar y otro en dimensiones mixtas -frente a la previsión anterior de una vía única en ancho ibérico mutable a estándar-, el Consejo de Ministros acordó ayer resolver el contrato de montaje de vías entre La Robla y los túneles de Pajares. Era una inversión de 7,8 millones y se suma a la resolución del mismo contrato entre los túneles y Pola de Lena.
El tren, eje vertebrador de las demandas del Noroeste sobre sus infraestructuras, sigue empantanado mientras por carretera, en el Principado, la afrenta es el precio de salir de Asturias hacia Madrid. Si alguien no lo remedia y el canon expira cuando está previsto, en 2050, el del Huerna será el peaje español que habrá estado en vigor durante más tiempo, 75 años.
Por mar, y sin contar lo que los puertos asturianos dependen en su dimensión mercante de la adecuación de la conexión ferroviaria, nada se sabe ni se espera de la perdida Autopista del Mar entre Gijón y Nantes. Por el aire, el reciente abandono de la línea que enlazaba Asturias con Lisboa, la última de una serie de huidas preocupantes, deja más que tocada la cartelera internacional del aeropuerto.
