Los profesores y maestros asturianos están a favor del uso de las tabletas y los ordenadores en las aulas pero no de los móviles. Puntualizan que es muy importante diferenciar entre unos dispositivos y otros, y que el control del profesor en clase y de los padres en casa será el que puedan evitar casos "pantalla". Niños enganchados a la tecnología que desarrollan problemas de conducta debido a que tienen una adicción a este tipo de dispositivos, que dejan sus aficiones al aire libre, que tienen cambios en el carácter y problemas para estudiar y que, en definitiva, han generado adicción a unos dispositivos que les perjudican en su desarrollo.
Pero es "muy importante", dicen los docentes, diferenciar entre móviles, tabletas y ordenadores. Para evitar el uso de los móviles en la etapa de Primaria, la mayoría de los centros asturianos han incorporado a su reglamento de régimen interno la prohibición de éstos. Explica Simón Guardado, director del colegio de Educación Primaria Ramón Muñoz, de Luarca, que "el 75 por ciento de los padres dan barra libre a sus hijos en casa y después se dan cuenta tarde del problema que tienen".
Guardado añade que en su colegio "nos vimos obligados a prohibir los móviles porque se daban conflictos, principalmente cuando los alumnos hacían alguna salida o excursión. Se generaban diferencias, ya que unos los tenían y otros no, y preferimos prohibirlos. Los padres aceptaron bien la medida, pero ¿qué ocurre cuando los niños se van a casa? Se necesita mucho más control parental", reclama.
Los niños que llenan hoy las aulas de Asturias han nacido en plena revolución digital "y no podemos ir contra ello. Nosotros en la clase hacemos un buen uso de la tableta, y no lo hacemos como si fuera un libro digital, nos permite sacar mucho partido a los contenidos; hacemos cómics, películas, editamos fotos y vídeos", asegura Omar Fernández, profesor de Tecnología del IES Laboral del Gijón. Este profesor también concreta que no se puede meter el móvil en el mismo saco que las tabletas y los ordenadores. "Trabajar con móviles se complica, los chavales pueden distraerse en cualquier momento y cuando te das cuenta están mandando mensajes a un compañero o visitando una web que nada tiene que ver con la clase. Por eso defendemos las tabletas; cómodas, seguras, fáciles de controlar y con pantallas mucho más amplias que un teléfono".
Miguel Zapatero es el director del colegio moscón Bernardo Gurdiel, donde decidieron no trabajar con tabletas porque tras un programa llevado a cabo en las aulas los profesores se percataron de que "se perdía relación humana, decidimos trabajar sólo con los ordenadores porque sabemos que hay riesgo de enganche a estos dispositivos. Los padres deberían de mirarse a sí mismos y dar ejemplo. Hay gente que es incapaz de salir de casa sin el móvil y no se dan cuenta de que tienen un problema".