Oviedo acelera la zona de bajas emisiones para amarrar los 7,3 millones de Europa

Aunque suene paradójico, el Ayuntamiento de Oviedo está pisando el acelerador para lograr sacar los coches más contaminantes del centro de la ciudad antes del 30 de junio de 2025, la fecha máxima establecida por Europa para poner en marcha la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y no perder los 7,3 millones de euros de los Next Generation, los fondos que financian las tres cuartas partes de un proyecto presupuestado en 9,9. El Consistorio, que pone el resto del dinero y lo gestiona todo, acaba de adjudicar a la empresa Estacionamientos y Servicios el suministro y la instalación de los elementos necesarios para establecer los límites de las áreas restringidas y vigilar que se cumpla la normativa. Tendrán que hacerlo antes de 15 meses.

A grandes rasgos, la empresa adjudicataria de este contrato –4.042.311 euros sin el IVA– será la que se encargue de colocar equipamientos tales como las cámaras de control de accesos, los semáforos, estaciones para medir la calidad del aire o renovar de forma integral el centro de control del tráfico, entre otras muchas cosas. "Ese es el primer paso, la parte más física del proyecto. No obstante, también está a punto de adjudicarse el servicio de consultoría para el diseño teórico", resume el concejal de Seguridad Ciudadana, el popular José Ramón Prado. El edil se refiere al estudio que servirá para tomar decisiones tan importantes como la de delimitar las zonas de la ciudad en las que se van a establecer medidas restrictivas o para crear una futura ordenanza que, además de regular la Zona de Bajas Emisiones, incluya normativa sobre el uso de transportes como el patinete o la bicicleta. "La mesa de contratación ya ha abierto los sobres con las ofertas y los técnicos están estudiándolas así que eso también está en marcha", añade Prado.

El contrato, que ya está adjudicado, incluye cuatro apartados diferenciados. El primero es el de los equipamientos básicos para poner en marcha la ZBE donde, además de algunos citados, se incluyen señalizaciones o un sistema para integrar y controlar todos los tipos de aparcamientos de concesión en la ciudad. El segundo tipo de actuaciones tiene que ver con los servicios complementarios, como la instalación y desarrollo de una plataforma única de gestión de multas. El tercer apartado incluye más equipos para gestionar la carga y descarga, pasos de peatones inteligentes, cinemómetros, radares "pedagógicos" o semáforos con tiempo de descuento. Por último, se prevé la ejecución de un "centro inteligente de movilidad" y la renovación integral del centro de control de tráfico.

La nueva Zona de Bajas Emisiones trae consigo una serie de restricciones exigidas por ley a todas las poblaciones de más de 50.000 habitantes. El proyecto de la ZBE incluye también aspectos como la reforma de algunas líneas de autobús, la renovación total de los sistemas de control de tráfico de la ciudad, la mejora de las plataformas y equipos para gestionar las sanciones del área de Seguridad Ciudadana o una revisión del plan de movilidad urbana sostenible (PMUS) para sustituir, que ya data del año 2012.

Oviedo contará con dos zonas diferenciadas en cuanto a las restricciones. La zona del Antiguo, La Escandalera y el Campo San Francisco conformarán el perímetro con limitaciones más rigurosas que otro más exterior que abarca el perímetro de denominado "entre rondas", una superficie rodeada de calles "con buena capacidad para soportar y distribuir el tráfico" que incluye toda el área delimitada por la Ronda Sur, General Elorza, Avenida de Santander, Hermanos Pidal y Muñoz Degraín.

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