Barbón calma las aguas con Siero: el nuevo plazo para la reforma necesaria para que llegue Costco

Desconcierto empresarial por la "lentitud" para renovar la norma

El PSOE moduló su discurso por brechas internas y la desconfianza de IU

Un supermercado Costco.

Un supermercado Costco. / Costco

El Gobierno regional de Adrián Barbón ha rebajado la tensión con el Ayuntamiento de Siero, liderado por el también socialista Ángel García, "Cepi", con el nuevo plazo –a finales de año, en la mejor previsión– para la renovación de las directrices de Comercio que podrían permitir la llegada de la multinacional americana Costco al polígono sierense de Bobes. Las aguas parecen algo más calmadas, al menos de momento, ya que todas las partes apuntan a que existe ya una desconfianza mutua difícil de recuperar a corto plazo.

El Gobierno regional, formado por el PSOE e Izquierda Unida (IU), espera tener listo un "documento de avance" para la revisión de la normativa el mes que viene. La modificación total llegaría, según los cálculos del Principado, a finales de año en el mejor escenario. Según fuentes de Siero, que está apretando desde hace dos años por esta modificación, el referido ahora no sería un mal plazo y de cumplirse no se pondría en peligro la inversión de Costco.

Las directrices no se renuevan desde el año 2010 y en la actualidad no permitirían a la compañía de grandes supermercados instalarse en Bobes, ya que solo admiten superficies de hasta 2.500 metros cuadrados. Costco ocuparía 15.000 metros cuadrados, prevé invertir 30 millones de euros y crear 200 puestos de trabajo. La lucha del alcalde de Siero pasa por modificar esa normativa, pero el choque político va mucho más allá a causa de estas directrices, que se negocian en una mesa en la que además del Principado se sientan la patronal FADE, las cámaras de comercio, los sindicatos y los concejos.

Según la lectura que hacen varias fuentes metidas de lleno en esta operación, el choque entre el Gobierno regional y Siero ha abierto la caja de los truenos y ha obligado a mover ficha a la FSA, que ha cambiado el discurso. El alcalde de Siero apuntó primero a IU, haciéndoles responsables por bloquear las nuevas directrices. "Estamos en el Gobierno para que no manden las multinacionales", dijo este sábado Ovidio Zapico, consejero de Ordenación del Territorio (IU), resumiendo así la postura de su formación, una posición que se venía defendiendo, con algunos matices, también en el bando socialista. Hasta que García apuntó también hacia su propio partido. Varios dirigentes socialistas consultados apuntan a que el movimiento de Siero sirvió de palanca para aglutinar el descontento silencioso que se venía arrastrando en otros sectores del partido. La FSA tuvo entonces que virar.

Si primero Barbón reprendió a García cuando, aunque sin citarle, dijo que "las cosas no se hacen con bronca", pocos días después fue Adriana Lastra, vicesecretaria general de Acción Política de la FSA, quien reiteró el apoyo al alcalde de Siero por parte del partido. Lo hizo también extensible al Gobierno regional, pese a que ella no forma parte del Ejecutivo. "Es lo que yo espero y lo que espera la FSA. Que salga adelante la revisión de esas directrices para poder permitir la instalación, en este caso, de Costco en Asturias", aseguró.

Esa declaración fue interpretada en muchos círculos como un intento de calmar los ánimos de la dirección de la FSA viendo que el descontento del alcalde de Siero se había extendido a otros dirigentes. IU, mientras tanto, parece haber optado por la prudencia en toda esta crisis. Ovidio Zapico ni siquiera compareció tras la primera reunión del grupo de trabajo formado para analizar la revisión. Fue Nieves Roqueñí, hace unas semanas en el foco crítico de IU por la política eólica, la que fijó la posición del Gobierno. "Esto va del interés general, no de un determinado proyecto", dijo la consejera de Industria, desvinculando la revisión del proyecto de Costco. Lo hizo, según varias fuentes, para evitar otro choque con el socio minoritario de gobierno.

Llegados a este punto, las partes implicadas esperan que esta vez la revisión de las directrices se lleve a cabo. En buena parte del empresariado cunde el desconcierto con el rumbo del Principado y su "lentitud", teniendo en cuenta que la revisión se llevó a un consejo de Gobierno y posteriormente se redactó un documento de trabajo. Aquello se quedó en el cajón en la anterior legislatura. Ahora, esta vez con un Gobierno de coalición con IU, ha vuelto a la palestra. En la misma mesa se sienta la FADE, que aúna varias sensibilidades, como las del pequeño comercio, donde la llegada de Costco es vista como una amenaza. En cualquier caso, la patronal se muestra abierta a la revisión. También lo está la Cámara de Comercio de Oviedo, que considera “imprescindible” reformar una normativa que debe adaptarse a los tiempos actuales. Todos esperan movimientos del Gobierno para salir de su desconcierto.

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