Fracaso de la oferta MIR de Familia : plazas desiertas en estos dos grandes concejos

Ya no basta con convocar plazas MIR de Familia para atraer médicos. Ahora el problema es que las nuevas generaciones de graduados en Medicina pueden rechazar el puesto ofertado para realizar una especialidad y optar por repetir el examen al año siguiente en busca de un número mejor que les permita acceder a la especialidad deseada. Y luego, rizando el rizo, están los que eligen una plaza de manera oficial, salen en un listado del Ministerio de Sanidad y, a continuación, se arrepienten y no acuden a la toma de posesión. Y entonces ese puesto queda desierto.

Esto último es lo que acaba de suceder en la sanidad asturiana (y en otras comunidades autónomas). Y la consecuencia son ocho plazas de Familia vacantes: cuatro del área sanitaria de Cangas del Narcea, dos del área de Jarrio y... lo más sorprendente, una en el área de Oviedo y otra en el área de Avilés.

Esta enumeración viene a certificar que las plazas MIR desiertas ya no son un hecho indeseado pero exclusivo de las alas de Asturias. Por el contrario, incluso en el centro de la región quedan sin cubrir puestos de la especialidad en la que se registra un mayor déficit de facultativos y una mayor crisis de prestigio a los ojos de las nuevas generaciones de médicos.

Se sabía que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) había convocado 62 plazas de médico interno residente (MIR) para realizar la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. Es una cifra habitual en los últimos años, después de los recortes introducidos por el Gobierno central como respuesta a la crisis financiera mundial que impactó con fuerza en 2010 y los años sucesivos. Se sabía también que, tras la primera vuelta de adjudicación de plazas, habían quedado vacantes ocho: cuatro del área sanitaria de Cangas del Narcea, dos de la de Jarrio y dos de la de Arriondas.

Y se sabía que, en una segunda vuelta organizada por el Ministerio de Sanidad para cubrir las 459 plazas de Familia vacantes en toda España, de las ocho ofertadas en Asturias se adjudicaron cuatro: las dos de Arriondas y dos de Cangas del Narcea. Con lo cual, las desiertas pasaron a ser cuatro: dos en el área sanitaria I (noroccidente, con cabecera en Jarrio) y dos en el área II (suroccidente, con referencia en Cangas del Narcea). Esas cuatro vacantes implicaban un mejor resultado regional que en 2023 (cuando habían sido cinco), y también un balance más favorable que en otras comunidades autónomas. Tras esa segunda vuelta, en el conjunto del país, los puestos desiertos de Medicina de Familia eran 246, más del doble que un año antes.

Y luego llegó el último paso: la toma de posesión de las plazas elegidas. Y el jarro de agua fría en Asturias es que a esas cuatro vacantes se les han sumado otras cuatro por inasistencia de los candidatos que las habían elegido. Y la circunstancia más llamativa: que entre esas cuatro nuevas vacantes figuran dos de las áreas centrales, una en el área sanitaria de Oviedo y otra en la comarca de Avilés.

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