La variante de Pajares sólo tiene puestos 27 de los cerca de 100 kilómetros de vías que requiere el trazado, cuando ya se han cumplido ocho años de la excavación de todos sus túneles. Además, se da la circunstancia de que este único tramo equipado -en el tubo izquierdo de la vertiente leonesa del itinerario- cuenta con dos tipos de vías. De La Robla a La Cretosa, donde está la embocadura del gran paso subterráneo bajo la Cordillera, se ha instalado ancho ibérico convencional sobre balasto, mientras que en el interior del túnel, a lo largo de casi 17 kilómetros, hay puestos raíles sobre placa y traviesa polivalente, lo que permite una sencilla reconversión al ancho estándar, el propio del AVE. Es algo que no sucede con el tendido convencional del exterior, que tendrá que ser levantado si, finalmente, se decide un cambio de ancho.
Las constructoras adjudicatarias acabaron el montaje de este tramo a mediados de 2016. Desde entonces, y han pasado ya más de dos años, no se ha puesto ni un metro más de vía en la Variante.
La obra ejecutada no supone un obstáculo para que Fomento introduzca cambios en el plan heredado del popular Íñigo de la Serna con el objetivo de acelerar la apertura de la Variante. Llegado el caso, lo que sí le resultaría obligado al nuevo equipo ministerial encabezado por el socialista José Luis Ábalos es la paralización de algunas de las licitaciones que fueron lanzadas por el PP para cumplir el pacto con Foro Asturias. Ese acuerdo se basó en que, contra lo decidido por la popular Ana Pastor, el trazado astur-leonés debe entrar en servicio con ancho estándar, el que el Adif está obligado a extender en toda la red ferroviaria estatal, lo mismo de viajeros que de mercancías, para el año 2030.
Vías en ancho ibérico y traviesa polivalente para migrar en el futuro al estándar era el modelo elegido inicialmente por el PP para abrir la Variante . Sin embargo, para cumplir el citado pacto con Foro, De la Serna dio un volantazo y sacó a licitación un nuevo proyecto de vías, merced al cual el túnel izquierdo será en ancho estándar, que permite el paso del Alvia y del AVE, desde La Robla a Campomanes, donde se instalará un intercambiador de ancho para que los trenes sigan hacia el centro de la región por el actual tendido. Para el tubo derecho se decidió un triple hilo, sistema que compatibiliza el transito del AVE y del Alvia con los mercancías.
Una de las opciones que maneja ahora el PSOE es posponer el ancho estándar en el tubo izquierdo y completarlo en ancho ibérico, con traviesa polivalente, para tratar de agilizar la actuación y reducir los plazos. Para ello, debería modificar la licitación lanzada por De la Serna. El tiempo apremia, por cuanto una vez que se produzca la adjudicación de las obras resultaría muy complicado dar marcha atrás.
