El estupor es la sensación que imperaba ayer en Llano Ponte. "Cada vez que llueve un poco nos quedamos a un paso de ir en barca y eso que acaban de hacer obras", señaló una vecina de la zona. En la madrugada de ayer llovió mucho, tanto como dejar el cruce de Llano Ponte con Las Artes como una piscina y como para obligar a la Policía Local a cortar el tráfico por la zona. "Fue poco tiempo, me levanté tarde y ya había pasado, pero siempre es igual", señaló otro vecino. Carmen Conde, de Izquierda Unida, anunció ayer que su formación iba a pedir una auditoría de las obras realizadas en la zona. "Son de hace nada y los vecinos no pueden seguir así", aseveró. Un garaje quedó inundado.

Las zonas más afectadas por la confluencia de las lluvias torrenciales y la subida de la marea, aparte de Llano Ponte, fuero Fernando Morán, Valdés Salas, Las Alas, Llaranes y, como es tradicional, la glorieta del puente Azud. La mayoría de las incidencias tuvieron lugar pasadas las cinco de la madrugada de ayer, entonces la tormenta eléctrica presentó su mayor potencia y eso hizo que se inutilizasen varias de las cámaras del Centro de Control de Tráfico y parte de la red semafórica. Para el Ayuntamiento, las principales consecuencias de la lluvia se produjeron en El Reblinco y, precisamente, Llano Ponte.

La Policía Local cerró el parque Ferrera "por precaución", ante la inestabilidad del suelo. El río Raíces, en Castrillón, se desbordó. El agua también causó desprendimientos en un edificio de la calle Rivero "abandonado desde hace tiempo", indicó Pelayo Fernández.