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El maestro que enseña la tableta

Omar Fernández García, profesor del IES Universidad Laboral de Gijón, forma a cientos de docentes de toda España para introducir la tecnología en las aulas de forma divertida y didáctica

Omar Fernández, en el IES Universidad Laboral con los alumnos. MARCOS LEÓN

Omar Fernández García es un "friki" y lo lleva con orgullo y no tiene ningún miedo a introducir las nuevas tecnologías en el aula, ni a estar rodeado de alumnos que portan una tableta. Al contrario, le encanta, porque sabe que lo que importa es el uso que se dé a la tecnología. Tan bien sabe este profesor gijonés combinar tecnología con enseñanza en las aulas que se dedica también a formar a otros docentes de toda España a los que enseña cómo trabajar con las tabletas en clase.

Por sus "clases para profes" han pasado casi mil docentes buscando la fórmula para introducir las nuevas tecnologías en el aula de una forma innovadora y sin que los chavales se distraigan ni se aburran y que encima aprendan. "La idea es enseñar al profesorado a manejarse con los dispositivos móviles y que conozcan aplicaciones que son muy interesantes. No puede ser que usemos una tableta como si fuese un libro digital; no, tenemos que ir mucho más allá", dice Fernández García, que agrega que "jamás debemos sustituir un libro por una tableta".

Basta verlo empujando de un carrito de la compra lleno de cachivaches por el IES Universidad Laboral de Gijón, donde da clase de Tecnología e Imagen y Sonido a los alumnos de cuarto de la ESO y de segundo de Bachiller para entender que lo suyo es pura vocación con la docencia y con la tecnología. A partes iguales. Todos los chavales quieren ir a clase con él porque es uno de esos profes que defienden un modelo de educación que se basa en aprender probando, haciendo, creando y también divirtiéndose. Y el método funciona. Omar Fernández ha introducido en sus aulas las tabletas como un elemento en el que se apoya para que los chavales creen desde programas de radio hasta un plató de televisión con realización en directo. Y la fórmula del profe funciona, porque los alumnos están interesados en lo que hacen, trabajan motivados y rodeados de creatividad y además Omar Fernández les hace sentirse realizados y tenidos en cuenta. "Ellos toman parte a la hora de las decisiones, aunque luego se les dirija", dice.

Se puede ser profe y ser un friki, "y yo lo soy, me habré descargado más de tres mil aplicaciones que voy probando y luego me quedo con las más interesantes", explica este profesor gijonés al que le gusta que sus alumnos trabajen en grupo, investiguen y luego sean capaces de almacenar ese aprendizaje. Ahora que el debate del uso de las tabletas está tan de actualidad debido al aumento de los casos de "niños pantalla", aquellos que son adictos a las tecnologías, Fernández reconoce que hay que saber cómo se trabaja con los chicos y que después, fuera de las aulas, debe haber un control familiar, pero que no se trata de "prohibir" porque estos chavales nacieron con el punto cero. "La única parte negativa es que pueden hacer una foto o subirla a la red pero saben que está prohibido y tenemos todas las aplicaciones controladas", señala el profesor gijonés, que además reconoce que los chavales de ahora están más concienciados de los peligros de las redes sociales y de internet.

Dentro de la clase, ya con Omar en faena, se respira muy buen ambiente, hay confianza, buen rollo, alguna broma y muchas ganas de aprender. Santiago Barr, Ana Álvarez y Pablo Rodríguez están emitiendo en directo su programa de radio, que ellos dirigen desde sus tabletas. "Ésta es la asignatura más interesante de todas las que tenemos, todo lo que investigamos después lo utilizamos, así que es una de las pocas que no nos da pereza", concreta el joven. Ana Álvarez, a la que le ha tocado ser la presentadora del programa, opina casi lo mismo, y delante del micrófono asegura que sí, que su profe, mola mucho. "Hacemos cómics, radio, tele... la tecnología hace las clases más divertidas. Por ejemplo, en Geografía no es lo mismo buscar en un mapa que tener un puzle para formar y unir los continentes o cualquier otra idea que haga de la materia algo más práctico", asegura Ana.

"Es una clase totalmente diferente a las demás", dice Pablo Rodríguez. Y es que las tabletas también tienen su hueco en el aula si se sabe cómo usarlas, pero ¡ojo!, que el profe pide silencio y tomar nota de algunos apuntes... lo mismo que hacen los maestros cuando acuden con Omar Fernández a sus clases. Tabletas, sí; papel y boli, también.

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