Dos acusados de traficar con hachís y cocaína en la región aceptaron en la mañana de ayer en la sección segunda de la Audiencia penas que suman seis años y nueve meses de prisión. La droga, seis kilos de hachís y casi medio kilo de cocaína, se encontró en el interior de un establecimiento hostelero de Riosa -donde, en la década pasada, ya se hallaron grandes cantidades de droga y hasta explosivos- y en un garaje de la calle Fuente de la Plata, en Oviedo, en junio y octubre de 2016.

Este último acusado -defendido por Ricardo Álvarez-Buylla-, que se enfrenta a seis años de prisión y el pago de una multa de 234.500 euros, será juzgado hoy jueves en la sección segunda de la Audiencia. Se le considera el "cerebro" de la red de tráfico de hachís y cocaína.

Para los otros dos acusados, defendidos por José Manuel Fernández González y Sergio Herrero, el ministerio público admite la atenuante de drogadicción. Pedía para ellos penas que sumaban más de ocho años de cárcel. La Fiscalía se mostró favorable a suspender el ingreso en prisión, siempre que continúen adecuadamente con su proceso de desintoxicación. Uno de ellos, condenado a tres años y nueve meses de prisión, deberá desembolsar 55.000 euros de multa. El otro, que aceptó tres años de prisión, deberá abonar 80.000.

Las fuerzas de seguridad ya andaban detrás de los acusados desde abril de 2016. El 10 de junio de 2016 los agentes irrumpieron en el citado hotel de Riosa, que estaba sin actividad, detuvieron al propietario y se incautaron de 6 kilos de hachís y unos 100 gramos de cocaína -todo valorado en cerca de 60.000 euros-, así como 16.970 euros procedentes del tráfico de drogas, diversos aparatos y teléfonos móviles.

El 5 de octubre de 2016, fueron detenidos los otros dos acusado, uno de ello saliendo del garaje de la calle Fuente de la Plata. En su mochila se encontraron 350 gramos de cocaína y casi 700 gramos de hachís, valorado todo en casi 80.000 euros. También llevaba encima 26.000 euros en metálico procedentes del tráfico de drogas, hojas con anotaciones contables, un rollo de film trasparente, una balanza de cocina, una máquina de envasar al vacío, bolsas el envase, dos teléfonos móviles, un cuchillo con restos de hachís y un justificante de pago de plaza de garaje.