La Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE) profundizará en el "mensaje de cambio" asumido en el congreso regional de hace un año para movilizar a la "Asturias progresista" y frenar un avance de la "extrema derecha" como el que se ha producido en Andalucía con la entrada de Vox en el parlamento.

Con ese fin, el secretario general de la Federación Socialista Asturiana (FSA-PSOE), Adrián Barbón, ha asegurado que van a hacer un esfuerzo didáctico para explicar a la gente, y especialmente a aquellos con menos de 50 años que no conocieron la dictadura, qué supone votar a la extrema derecha, en cuestión de derechos, igualdad o pensiones.

Viendo lo sucedido en Andalucía, la FSA "debe profundizar en el mensaje del cambio emprendido tras el último congreso, porque eso genera ilusión y esperanza en la sociedad", ha incidido Barbón, para quien el principal reto va a pasar por "movilizar a la Asturias progresista", explicar al electorado que el PSOE puede servir de freno a la extrema derecha y que es "garantía de estabilidad política".

El PSOE, ha añadido Barbón, también se "va a ofertar a la Asturias huérfana, que no encuentra partido que le represente" y que va a hacer mucha pedagogía con quienes no sepan en realidad a qué votan cuando apoyan a un partido de extrema derecha y para explicar las políticas que lleva a cabo el Gobierno estatal en materia de política social.

Ha asumido que su reto es ganar las elecciones de mayo y se ha mostrado convencido de que, aunque la abstención es una amenaza, el ascenso de Vox en Andalucía también puede ser un revulsivo y provocar un "efecto movilizador en la izquierda".

No obstante, y a pesar de reconocer que los resultados de los comicios andaluces van a influir en cierta medida en la estrategia que siga el partido en los próximos meses hasta las elecciones, ha señalado que la realidad de Asturias y la de Andalucía no tienen nada que ver.

La realidad sociológica y política de ambas comunidades es distinta como también lo es el partido ya que, según Barbón, mientras allí se renovó la dirección hace cinco años, aquí cambió hace un año.

También les diferencia el hecho de que en Andalucía nunca ha gobernado un partido de derechas, mientras que en el Principado hubo un gobierno de cuatro años del PP y otro de diez meses presidido por Francisco Álvarez Cascos, "gobiernos que dejaron bastante mal recuerdo".

Barbón ha descartado, por lo tanto, que en Asturias la extrema derecha pueda llegar a niveles como los que ha alcanzado en Andalucía, aunque ha asegurado que el partido ha tomado nota y tratará de prevenirlo haciendo "mucha pedagogía con humildad".

"En Asturias no va a haber esos porcentajes, aunque haya muchos desencantados a los que hay que avisar de lo que es la extrema derecha. Hay que hacer pedagogía", ha afirmado Barbón, que no cree que la irrupción de la extrema derecha se deba a la política del Gobierno con Cataluña, aunque haya podido influir.

La extrema derecha ya surgió hace años en otros países europeos que no tienen tensiones territoriales por lo que, en opinión de Barbón, quizás esté encontrando su caldo de cultivo en aquellos ciudadanos "que se sienten abandonados" y sin ver con claridad la recuperación económica por lo que ha abogado por "reactivar más la política social" para hacer frente a este fenómeno.

Tras asumir que el resultado en Andalucía "ha sido malo" para los socialistas, y de advertir de que es aventurado hacer diagnósticos sin tener en la mesa las encuestas postelectorales, Barbón considera que una parte de los 400.000 votos perdidos se ha ido a la abstención y que ha habido una desmovilización de la izquierda.

"A la FSA, visto lo sucedido le interesa hacer mucha pedagogía con humildad y si las elecciones generales se adelantan a marzo, mayo o acaba el año sin celebrarse, tendrá el trabajo hecho", ha señalado en una rueda de prensa celebrada a raíz de que la dirección de los socialistas asturianos se reuniese hoy para analizar los resultados de los comicios andaluces.