La izquierda asturiana ha sido capaz de pactar el Presupuesto para 2019 pero mantiene diferencias enconadas en los debates del día a día en la Junta General. Los socialistas mantuvieron ayer un tenso tira y afloja en la junta de portavoces con Podemos para definir el trabajo de la Junta General en lo que queda de legislatura y, en particular, para definir la comisión de investigación sobre los fondos de formación, que han gestionado en los últimos años de manera mayoritaria los sindicatos UGT y CC OO y la Federación Asturiana de Empresarios (FADE). Finalmente hubo acuerdo y el mes de enero, habitualmente inhábil para actividad parlamentaria, tendrá diez sesiones de la comisión de los fondos y tramitación de una decena de leyes.
La comisión sobre los fondos de formación incomoda al PSOE y a Izquierda Unida, que ven en el pertinaz empeño de Podemos una estrategia para erosionar a dos sindicatos tradicionalmente cercanos a sus posiciones políticas, UGT y CC OO, en beneficio de la Corriente Sindical de Izquierdas (CSI), sindicato "amigo" de la formación morada en Asturias.
El presidente de la comisión de investigación, Emilio León, sacó adelante la pasada semana una ordenación de las posibles comparecencias parlamentarias, en un listado en el que figuran las cúpulas sindical y de la patronal en Asturias de la última década. Pero ese trámite, ordinario, estuvo en un tris de retrasarse hasta el mes de febrero porque la reunión decisiva para su agilización no tenía el quórum suficiente, al estar ausentes los diputados del PSOE, IU y Foro. León tuvo que coger su móvil y llamar al PSOE para advertir que se atuvieran a las consecuencias si no aparecía el diputado necesario para contar con los siete que activasen la comisión. El toque de Podemos el mismo día, sólo horas antes, de que la formación morada firmase el pacto para el Presupuesto regional, surtió efecto y acabó apareciendo una diputada socialista para poder celebrar esa reunión. Al día siguiente, la portavoz adjunta socialista en el parlamento autonómico dimitió.
El segundo asalto de esta pugna entre socialistas y morados llegó ayer en la junta de portavoces. El PSOE llegó con una propuesta que incluía la tramitación de 5 leyes del Gobierno, que se sumaban a otras cinco en espera, y reducía las comisiones de investigación de los fondos de formación y el ERA a seis sesiones cada una. "Fue un debate duro y tenso", reveló el portavoz de Podemos, Enrique López. "Se amenazó con inhabilitar el mes de enero", abundó el diputado morado. "Es una vergüenza que el PSOE se presente aquí con cinco leyes para el último período de sesiones. Es mentira el interés en la actividad legislativa, el único fin es poner coto a las comisiones de investigación. Han intentado embarrar", valoró el diputado del PP, José Agustín Cuervas-Mons.
Al final, consenso
Costó pero al final hubo consenso para habilitar actividad en la Junta en enero. Del 8 al 31 de enero se habilitaron sesiones de mañana y tarde, para comisiones de investigación y actividad legislativa, con 10 turnos de comparecencias para la de fondos de formación y otras seis para la de la gestión de la red de geriátricos públicos. "Estamos moderadamente satisfechos porque las leyes son una prioridad", defendió el portavoz socialista Marcelino Marcos Líndez, mientras que Gaspar Llamazares (IU) lamentó que se "mira en exceso hacia atrás, convirtiendo el Parlamento en justiciero, replicando a la justicia, y se mira poco hacia adelante en relación a las leyes pendientes, a los procedimientos legislativos y de control del gobierno que son nuestra verdadera labor".
