Prometió hacer "pedagogía política" y así lo hizo. El presidente de la Junta General del Principado de Asturias, Pedro Sanjurjo, se dejó ayer interrogar por medio centenar de visitantes coincidiendo con las jornadas de puertas abiertas en el Parlamento. Fueron ocho preguntas, algunas incómodas sobre la descarbonización, la irrupción de Vox o las conexiones aéreas. "Ésta es una oportunidad magnífica para dar a conocer la institución y la labor que hacen los diputados y las diputadas", aseguró Sanjurjo antes de someterse a la entrevista ciudadana, la primera que concede de manera abierta como presidente. Los afortunados, muchos de ellos turistas, se sentaron en el hemiciclo y se metieron en el papel de los políticos asturianos al menos durante media hora.
La venezolana Andrea Darta ocupó el sitio del presidente del Gobierno del Principado, Javier Fernández. La joven se atrevió con una pregunta sobre la actual fragmentación política. Carolina Santamarta, de Castellón aunque con familia en Oviedo, fue otra de las valientes que interpeló al presidente de la Junta sobre el futuro de Asturias sin las centrales térmicas. "Entré hace años con mi abuela. Y hoy (por ayer) pasando por aquí delante vimos el anuncio de puertas abiertas y decidimos visitarlo", cuenta Santamarta, acompañada por el catalán David Díaz. El bilbaíno Alberto Ortuzar dejó a su mujer de compras por Uría para conocer el Parlamento: "Es un edificio muy elegante y muy chulo. El vasco es un edifico más moderno". También hubo público regional, como la gijonesa Lorena Blanco y su hijo de 7 años Mario Pidal, "encantado" de estar en un hemiciclo "como los de la tele".
Además de contestar a sus preguntas, Sanjurjo insistió en la labor de la Junta, "más sencilla" de explicar ayer gracias a la celebración de una comisión de Hacienda sobre los presupuestos. A continuación se reproduce la entrevista ciudadana.
- ¿Qué opinan de la descarbonización?
-El proceso de descarbonización va a ser difícil pero inevitable. Estamos de acuerdo en que hay que llegar a un objetivo de emisiones a la atmósfera; en lo que no estamos de acuerdo es en los tiempos. Defendemos una transición tranquila.
- ¿Qué haremos con la basura cuando el espacio de Cogersa se acabe?
-Ése es otro de nuestros retos. Hay que reciclar más. En la medida en que separemos más residuos, estaremos evitando que vayan al vertedero o a la incineración. El basurero se está agotando y llegará un momento en el que ya no podamos depositar más desechos.
- ¿Cómo vive la irrupción de partidos políticos (Vox) que cuestionan la existencia de parlamentos autonómicos?
-Con cierta preocupación. Es un fenómeno que de momento tiene alguna expresión en Andalucía, pero habrá que esperar para ver cómo se traduce en el resto de España. Y digo preocupación porque supone una vuelta atrás en muchas conquistas. Cuestionar hoy la existencia de las comunidades autónomas es ir contra la historia. La descentralización del Estado nos ha permitido acercar la prestación de los servicios al conjunto de la sociedad. Es evidente que el dispositivo educativo, sanitario o de atención social ha mejorado extraordinariamente desde que tenemos comunidades. Y éste es un valor que perciben los ciudadanos.
- ¿Por qué están cerrando aulas en los colegios y amontonando a los alumnos en unas pocas?
-En Asturias tenemos una disminución preocupante de la natalidad. Y aún así, tenemos la unidad escolar con menor número de alumnos de España. Estamos manteniendo escuelas rurales con cuatro niños. Eso es una excepción en el país, lo que demuestra que estamos haciendo un esfuerzo por mantener población en la zona rural. Por tanto, no es que se supriman aulas, sino que ello es consecuencia de un efecto natural de pérdida de escolares.
- ¿Cómo conviven partidos con ideas políticas tan diversas?
-No es fácil. Es un ejercicio del que todos estamos aprendiendo, y poco a poco vamos superando esa fragmentación política. La evidencia es la tramitación de los presupuestos autonómicos. Hoy estamos celebrando una comisión de Hacienda sobre ellos y contamos con mayoría para aprobarlos. Cosa que no sucedió el año pasado.
- ¿Tienen algún proyecto en mente para los puertos de Gijón y de Avilés?
-Los puertos asturianos estuvieron centrados en el monocultivo. Básicamente, en el transporte de graneles y de carbón. Eso está cambiando ahora. Tanto el puerto de Gijón como el de Avilés están diversificando sus tráficos. Por ejemplo, con cruceros. Todavía es una actividad residual, pero empieza a tener su importancia, porque refuerza a Asturias como destino turístico.
- ¿Cuándo recuperaremos nuestras conexiones aéreas?
-Estamos negociando para recuperar líneas que se han suspendido. Nuestro objetivo principal es Londres y Francia, y pronto tendremos buenas noticias. Ahora estamos en una situación extraña que obedece a la competencia. Las aerolíneas presionan a las administraciones para poder ahorrar costes. Y no hay que olvidar que tenemos limitaciones de la Unión Europea con las subvenciones que damos para el tráfico aéreo.
- ¿Qué futuro tendrá Asturias si cierran las térmicas?
-La industria es importante, pero no es todo. La clave del futuro de Asturias está en explotar nuestros recursos humanos. Hay que apoyar a las empresas que arriesgan en innovación y tecnificación. Yo vivo en Gijón y un ejemplo de lo que hablo es el Parque Científico Tecnológico. Para que se hagan una idea, en este parque trabajan unas 300 personas, más que en Arcelor. Allí están empresas muy punteras y hay un altísimo nivel de titulados superiores, que representan el 70% del total. Ese es nuestro futuro.
- ¿Y no el turismo?
-Es un complemento. No queremos renunciar a nuestra base industrial. Queremos incorporar el conocimiento a la producción. Es decir, ya no se trata de hacer muchas toneladas de acero bruto sino de darle valor añadido. Y eso se consigue con formación.
