Un grupo de amigos de Villares del Saz (Cuenca) trató ayer sin éxito de entrar al sorteo de Navidad disfrazados de bolas gigantes y un décimo. Los responsables de seguridad del Teatro Real lo impidieron, para decepción del grupo. Y es que las bolas no cruzaban por el detector de metales. Los chicos pudieron presenciar el sorteo, pero sin los disfraces al completo, algo que los entristeció pues llevaban meses trabajándolos.