Pegados a la pantalla y sin pestañear, porque lo que estaban viendo era algo increíble: la Santina de Covadonga en vivo y en directo como si de un "reality" se tratara. Los residentes del asilo El Valle de Pravia, gestionado por Mensajeros de la Paz, disfrutaron ayer de la cámara web que emite en directo la imagen de la cueva de Covadonga. Emocionados y felices, realizaron la conexión, en la que rezaron un rosario, dirigido por Rosario Saavedra, con la clara convicción de que Dios atiende a sus fieles en el templo igual que por internet.
"Yo creo que vale igual, porque se conecta uno con Dios exactamente como en la capilla. Yo me sentí igual", afirmó Carmen Santa Cruz tras la conexión con el santuario de Covadonga, que dejó a todos con una intensa y agradable sensación de felicidad. "No noté nada distinto, el rezo es el mismo", añadió María Pérez. Para Victorina Jove, los rezos "no tienen tejado y Él, que está arriba, lo ve todo". Así que el rosario fue de ley.
Pero también es verdad que, al principio, algunos no podían ni creerlo. ¿Cómo iban a poder rezar el rosario en la cueva de la Santina desde Pravia? Lo que parecía imposible, internet lo hizo realidad. La centenaria Elvira Insunza, de 101 años, hasta tocó la pantalla del ordenador para comprobar semejante artificio tecnológico: "Verla en la pantalla era como estar en la cueva", dijo emocionada.
"Es muy emocionante"
Y así se sintieron todos los presentes: dentro de la cueva de Covadonga. "Cuando nos acercaron el ordenador menuda diferencia, se veía perfectamente de cerca, una maravilla", comentó Elena García, en las filas de atrás durante la conexión. Además, se quedaron sorprendidos de poder ver a los turistas entrar a la cueva. "¡Y se les oye!", exclamó Placer Álvarez. "Así podemos seguir las misas en directo", destacó Carmen Álvarez.
Y es que, para muchos de ellos, la Santina es su mayor devoción. Isolina García subrayó que lo mejor de la cámara instalada en Covadonga es que permite sentir las mismas sensaciones que estando allí de forma física para aquellas personas que ya no pueden acudir por motivos de salud o de otro tipo: "Esto es muy emocionante; no sé el tiempo que llevo sin ir", confesó entre lágrimas.
Casi sin poder respirar estaba José Luis García Suárez. La emoción era evidente en su rostro y voz. La conexión con la Santina le recordó a su madre, de quien heredó la devoción por la Virgen de Covadonga y su inquebrantable fe católica. También Conchita Blanco reza a diario a la patrona de Asturias, con una pequeña talla que tiene desde el día que llegó a la residencia de El Valle en la mesilla de noche.
La conexión con la Santa Cueva dejó perplejos a los residentes A sus 88 años, María Alicia Rodríguez nunca había imaginado verse en una situación igual: "Es algo grandioso, nunca antes pudimos hacer una cosa semejante. Rezar el rosario por internet en la cueva de Covadonga es increíble".
La sesión fue tan satisfactoria que los usuarios ya han tomado buena nota de la dirección del canal que retransmite la imagen. Y, además de la misa de los viernes, ahora exigirán la conexión directa con la Santina. "Tenemos que pedirle a Jesús, el director, que nos conecte con Covadonga porque es de las cosas más grandes que nos podían pasar, guapísimo, es algo que nunca pensé que iba a vivir", propuso Carmen Álvarez.
Emocionados hasta las lágrimas al principio y felices al final, los residentes de El Valle forman ya parte del público fijo de la cueva de Covadonga.
