Familias desalojadas y niños sin poder acceder a sus centros educativos. Estas fueron algunas de las consecuencias del temporal que asola la región en las Cuencas, donde también se dieron inundaciones generalizadas y numerosos argayos. Entre estos últimos, los más graves ocurrieron en los túneles de Riaño en dirección a Siero, en la noche de ayer, que cortó la autovía; otra vez en Caso, a la altura de Tanes; en el pueblo de Cocañín, en San Martín; y un alud en el puerto de San Isidro que obligó a su cierre.

Los desalojos tuvieron lugar en Mieres, en los barrios de Oñón y Las Casas de Hilario. En el primero, se derrumbó parte de una ladera de la montaña afectando a un bloque de pisos. Inicialmente se desalojó a todos los vecinos -unas veintisiete familias-, pero tras comprobar que no había daños en el inmueble, pudieron volver a entrar. Eso sí, hubo tres familias que no pudieron acceder a sus viviendas, dado los destrozos que había hecho el derrumbe. Entre ellos se encontraba Juan Luis Álvarez. "No tengo casa, los árboles han destrozado los tabiques de dos habitaciones", aseguraba visiblemente afectado. En una situación similar se encontraban los vecinos de Las Casas de Hilario, donde fueron desalojadas 18 personas. La mitad de ellas fueron con familiares y la otra parte se alojó en un hotel en Mieres.

En el valle del Nalón, la crecida del río afectó al colegio Elena Sánchez Tamargo de Laviana y a la escuela infantil. Los casi medio millar de alumnos que tienen estos centros tuvieron que abandonar el centro, unos cuarenta trasladados al CIDAN, donde trataron de terminar la jornada lectiva hasta ser recogidos por sus familias. También se produjeron numerosos argayos en las carreteras de ambos valles. El más destacado fue el de Caso, a la altura de Tanes. Un alud interrumpío el paso por San Isidro. También se cortó el pasadizo peatonal de Blimea y el enlace de la Felguera a Lada. Asimismo, hubo inundaciones generalizadas como las de Ujo y Figaredo.