Francisco Díaz Díaz, de 43 años, era el mayor de tres hermanos. Su gran afición era el mundo del motor y trabajaba en el mantenimiento de parques eólicos. En los últimos tiempos estaba destinado en el centro eólico Curiscao, en el concejo de Salas, donde tuvo el accidente de tráfico que acabó con su vida, el pasado miércoles.

"Es una edad muy precipitada para irse", lamentaban entre sollozos sus primos a la entrada del tanatorio cangués, donde ayer lo velaron. Todos coincidían en destacar lo buena persona que era y su tranquilidad. "Es verdad que era muy buen neno, se ocupaba de su vida, de su familia, de ser amigo de sus amigos y ahora era muy feliz", recalcaron.

Familiares y amigos recordaban ayer cómo la mala suerte se cebaba con la familia, que ya pasó por el trance de perder a un ser querido en un accidente, a su padre. Fue en la mina en la que trabajaba, en la década de los ochenta, cuando sus hijos apenas eran unos críos y él tan solo tenía 37 años. "Este es un golpe muy duro para una familia que ya sufrió mucho", insistían sus allegados.

A pesar de ser motero y aficionado a los rallies, Francisco Díaz es recordado por sus amigos como una persona prudente y tranquila, por lo que no se explican lo que pudo pasar el miércoles para salirse con su coche de la vía por la que circulaba y caer por un desnivel de 500 metros.

"El mundo del motor le encantaba, tanto las motos como los coches, íbamos a ver todos los rallies que podíamos por Asturias y a otras provincias; incluso a Portugal. El último del que disfrutamos juntos fue el de Cangas", señala uno de sus amigos de infancia, que recuerda que salir de fiesta y, en especial, por el Carmen era otra de las cosas que le gustaba hacer. Cuenta que se hacían llamar "los despeñaos", al no pertenecer a ninguna de la numerosas peñas de la pólvora que existen en Cangas del Narcea.

La despedida de Francisco Díaz será en la tarde de hoy, a las 16.00 horas, en la basílica parroquial de Cangas del Narcea, luego sus restos se trasladarán al cementerio parroquial de la localidad canguesa de Santa Eulalia de Cueras.