Marcelino Cortina es desde hace un mes el nuevo director general de la compañía tecnológica Treelogic. La empresa ha superado con éxito un concurso de acreedores y la propiedad ha cambiado de manos después de que tres empresarios de la región, los hermanos Antonio y Javier Rivela e Ignacio Arganza, se unieran para relanzar el negocio.
- ¿Cómo está ahora la compañía Treelogic?
-Desde que los nuevos dueños compraron la empresa ya hemos crecido un 20% en plantilla, somos más de ochenta, quince de ellos en Madrid. El objetivo es seguir creciendo y ahora estamos en una época de cambios grandes, acabamos de contratar, por ejemplo, a un nuevo director comercial. En nuestros tiempos malos, nuestros colegas del ecosistema informático trataron de llevarnos a mucha gente, creo que no se portaron muy bien, pero el mercado está así. Hoy por hoy, si eres informático tienes trabajo seguro, el que lo estudie se va a colocar seguro durante los próximos diez años. Hay déficit.
- ¿Cuesta mucho encontrar personal cualificado?
-Cuesta mucho. Es un problema común y se hace rapiña de unas empresas a otras, nosotros la sufrimos, y eso no está bien. Aunque muchos trabajadores quedaron en la empresa aun teniendo ofertas. Pero ahora estamos en el mercado y queremos gente, queremos que nos llenen la oficina de currículum.
- ¿En qué puestos cuesta más encontrar personal?
-En programación, en casi cualquier tecnología cuesta muchísimo encontrar personal. Nosotros estamos cogiendo ya becarios y formándolos.
- ¿Cómo vivió esos meses en los que la empresa estuvo en concurso de acreedores?
-La vieja Treelogic estuvo en concurso voluntario de acreedores solicitado por la compañía porque era mejor tutelar una salida ordenada. La situación no fue agradable, pero yo me dediqué a mantener a la gente con la moral alta y a los clientes atendidos. Costó mucho trabajo.
- ¿Qué proyectos tienen ahora sobre la mesa?
-Estamos trabajando con una gran empresa industrial haciendo dos proyectos de inteligencia artificial, uno de optimización y otro de predicción de fallos de calidad de los productos. Estamos atacando con gran intensidad este mundo del big data.
- ¿Están ganando clientes?
-Nuestro mercado objetivo ahora es el Ibex 35 y estamos hablando con todas ellas, y en todos los sectores. Ahora nos están llegando los encargos de dos en dos. Por ejemplo, aquí en el entorno cercano estamos trabajando con otra gran empresa para temas de visión artificial, para procesar imágenes.
- Ustedes trabajan en modernizar otras empresas, ¿cómo será la compañía del futuro?
-En cuanto a la tecnología, muchas cosas estarán en la nube, y lo que ahora está explotando de verdad es el análisis de datos. Todas las compañías tienen cantidades ingentes de datos no tratados y se preguntan si pueden sacarle algo de jugo a eso. En consumo, por ejemplo, los bancos y las eléctricas están preocupadísimos por saber si un cliente se les va a ir. ¿Puedo predecir si un cliente por sus últimas interacciones conmigo se me va a ir? Se puede.
- ¿Y eso cómo se hace?
-Pues estudiando patrones pasados se puede saber que cada vez que un cliente de banca electrónica consultó seis veces en una semana qué opciones había de plazos fijos y se fue, es un ejemplo muy sencillo. Hay que poner herramientas que predigan esta tarea y que puedan avisar a los gestores comerciales de que vigilen más de cerca a tal o cual cliente. Y esto se puede aplicar a lo que quieras.
- Volviendo al tema del personal, ¿falta cantera en Asturias?
-Queda por hacer. Los estudios universitarios o de Formación Profesional están cada vez más cerca de lo que demandamos las empresas, aunque hay que profundizar más en las prácticas. Vamos mejorando. En Asturias los que estamos en el Cluster TIC debemos tener 2.500 empleos y las multinacionales del sector tienen otros tantos, pero hay posibilidades de que sean muchos más. No crecemos más deprisa porque no tenemos la suficiente cantera.
- ¿Con qué objetivos trabaja la nueva propiedad de la compañía?
-Este 2019 será de transición, y el crecimiento será moderado, y nuestro despegue grande va a ser entre 2020 y 2023. Es difícil decir cuánto, pero queremos ser más una empresa mediana que pequeña. Ahora somos unos ochenta trabajadores y queremos llegar a ser varios cientos. Y en facturación queremos llegar a cifras que deberían doblar las que consiguió la antigua Treelogic.
- ¿Cómo están las empresas en la carrera por entrar en la industria 4.0?
-La industria asturiana pequeña y mediana tiene mucho recorrido en digitalización, viene de modelos tradicionales, aunque hay excepciones. Pero no diría resistencia, muchas necesitan ayuda porque no saben por dónde tirar. En las grandes el panorama es diverso. Las hay que tienen mucho dinero y capacidad para tener mucha tecnología, pero carecen de agilidad. Son "diplodocus" a los que les cuesta mucho salir del "lo que funciona no lo tocamos".
- ¿Cuáles son los sectores más comprometidos?
-Los más innovadores, pero ya de siempre, son la banca y, a la par, las compañías de telecomunicaciones, que van muy lanzadas. La industria va justo por detrás, le cuesta más.
- Ustedes tienen muchos intereses en el mundo de la salud, ¿cómo va ese negocio?
-Nosotros en el mundo de las urgencias somos líderes nacionales. Sabemos de salud. Gestionamos 150 hospitales para hacer el prioraje de los pacientes. Sólo no tenemos la gestión en Asturias, Galicia, Madrid y Valencia.
