La Junta General del Principado ha dado luz verde esta mañana a la ley de memoria democrática, propuesta por IU y respaldada también por PSOE, Podemos y Ciudadanos. El documento ha salido adelante sin los votos de PP y Foro, que cuestionaron su necesidad y lo rechazaron por su parcialidad ideológica. El texto legisla la señalización de fosas, obliga al Principado a sufragar los gastos de la exhumación de enterramientos de personas asesinadas en la etapa franquista y establece sanciones para quienes destruyan o alteren los restos. También prevé la creación de un banco de ADN o de un Instituto de la Memoria Democrática para dar cumplimiento a los preceptos establecidos en la ley. Esta mañana, los grupos lo dieron de paso con la opoosición de la derecha. El diputado de Foro Pedro Leal la descalificó como una "ley de pensamiento único" que impone una concepción según la cual "o se es de izquierdas o no se es democrático. Construyen", acusó a los promotores, "una norma basada en el engaño, en la venganza y el resentimiento y en una ficción histórica" basada en "un revisionismo parcial de la historia". Rafael Alonso (PP) rechazó el documento porque "no aporta nada, no es necesaria", y corrigió la celebración del consenso que ha generado sosteniendo que es un consenso exclusivamente "de la izquierda", porque es ésta, a su juicio, "una ley eminentemente ideológica" .

Para la portavoz de IU, Concha Masa, la ley es "necesaria" y "contribuye a la concordia, a la reconciliación y a restañar heridas", otorga a los ciudadanos derechos de los que hasta ahora carecían y supone un ejercicio de democracia para el que la parlamentaria quiso valorar la mayoría generada a su favor en la Junta General del Principado después de agradecer todas las aportaciones de asociaciones memorialistas -una representación escuchaba desde la tribuna del hemiciclo-, ciudadanos y expertos en la elaboración de la ley. Marcos Gutiérrez (PSOE) dio la bienvenida al texto como instrumento para "fortalecer la democracia" y reparar las carencias de la Transición entendida como "un periodo incompleto" en cuanto a la reparación de las atrocidades del franquismo, "anclado en el silencio, cuando no en al promoción del olvido".