-He venido a una lotería y puede que tenga plaza.
La frase es real y muestra "lo fácil" que fue copiar el domingo en el megaexamen de celador. Una parte de los 15.268 aspirantes que hicieron la prueba en Gijón estuvieron tan pegados que "ni siquiera hacía falta mover la cabeza" para ver lo que contestaban los de al lado. "Sólo tenías que girar un poco los ojos y veías sus respuestas perfectamente", confiesa Alberto Mesonero, de 44 años y residente en Sotrondio. En algunos pabellones del recinto ferial -la más grande de las cuatro sedes-, "el 80% de los candidatos realizaron el test completamente juntos, sin espacio", lo que permitió a muchos plagiar sin apenas esfuerzo. Para los que no prepararon la prueba, alegría; pero para los que estudiaron durante meses, indignación. Pese a ello, el Servicio de Salud del Principado (Sespa) sólo cazó a un opositor copiando y expulsó a otros tres al sonarles el teléfono móvil.
"Es muy injusto que gente que no ha mirado el temario al final saque la plaza -había 399- o se coloque en los primeros puestos de la bolsa de empleo", se queja Mesonero, que se examinó en el turno de la mañana junto a su mujer. El aspirante asegura que "nunca" vivió una situación semejante en una oposición. El test era además el mismo para todos. "Las preguntas que tenía seguras las contesté yo, pero en las que dudaba señalaba con un punto lo que había contestado el chaval de la izquierda y con otro punto lo que había respondido la chavala de la derecha. Si coincidían, ponía yo la misma", admite este estudiante de auxiliar de enfermería. Otros tuvieron aún más suerte y se sentaron al lado de candidatos que llevaban meses hincando los codos. Copiaron desde la primera hasta la última pregunta.
Lucía González, gijonesa de 34 años y auxiliar del ERA, también hizo el examen "pegadita" a otros aspirantes. "En otras oposiciones ponen dos modelos diferentes o, al menos, cambian el orden de las preguntas", manifestó González. "Empezaron sentándonos dejando un espacio libre entre nosotros, pero como no entraba toda la gente acabaron cubriendo también esos huecos", explicó por su parte Zoraida González, de Cangas del Narcea y de 33 años. Conclusión: "Si querías copiar, copiabas". Y eso a pesar de que al final a la mayor oposición de la historia de Asturias sólo acudieron 15.268 personas de las 26.023 que se habían inscrito en un primer momento. Es decir, el 58,7%. El sábado habían recogido ya sus credenciales unas 17.500 y las previsiones del Principado eran de 20.000. Sin embargo, a la vista de lo sucedido, el Sespa calculó mal el número de sillas o la capacidad de las mesas.
La Consejería colgó ayer en la página de Astursalud la plantilla provisional de respuestas a las 79 preguntas de la prueba, catorce de ellas de reserva. Según los examinados, la prueba fue "accesible", aunque las cuestiones de informática descolocaron hasta a los mejor preparados. De las funciones de celador "se preguntó muy poco".
