Aunque su humildad le hacía pasar a veces desapercibido en portadas y fotografías, Javier Mosquera "era profundamente respetado por todos los urólogos de la región". Así lo aseguran los compañeros de profesión del gijonés fallecido, que sólo supieron dedicarle ayer buenas palabras.

Según Javier Cuervo, exjefe del servicio que hasta ahora dirigía Mosquera, el gijonés destacó por ser "un firme defensor de la sanidad pública" y por saber compaginar "su perfil algo tímido y no amante de los relumbrones sociales" con "una gran seriedad en su trabajo". "Creo que todo el mundo va a recordar su bonhomía: era un hombre bueno. Jamás alardeó de méritos, huía de todas esas cosas, pero siempre destacó por dar todo lo que sabía y todo lo que podía. No sé si fue un hombre brillante, pero sí entregado", explicó.

Cuervo recuerda esta faceta humilde de Mosquera ya desde sus años como residente, cuando el especialista jubilado era su tutor. "De tan discreto que fue ni siquiera nos contó que sufría desde la infancia una cardiopatía congénita. Como alumno sólo le recuerdo esforzándose en trabajar y en aprender", comentó. "Era poco locuaz, y aparentemente podía parecer algo seco, porque el don de la palabra no era su fuerte, pero no hay que confundirse: siempre tenía una sonrisa amable en la cara, y cuando tomó mi relevo defendió el servicio sobradamente", sentenció.

Alegre y colaborador

El gesto risueño del urólogo lo recuerda también Eduardo Segovia, jefe de Cardiología en Cabueñes, visiblemente apenado. "Esa sonrisa va a faltarme a partir de ahora. Muchos estábamos acostumbrados a encontrárnoslo todos los días sonriendo en los pasillos", lamentó.

Desde el servicio de Nefrología, muy ligado al que dirigía Mosquera por la similitud de sus competencias, también se mostraron entristecidos con la pérdida. "Como compañero no creo que nadie destaque nunca ningún problema: Javier colaboraba sin quejas con cualquier petición y era un magnífico organizador. No siempre es fácil encontrar a profesionales cuyo trabajo te facilite tanto el tuyo", explicó José Emilio Sánchez, jefe del servicio citado en Cabueñes. "Para los que le conocimos como residente esto ha sido un mazazo; era muy joven", completó la doctora Dulce Solar.

La ministra de Sanidad, la asturiana María Luisa Carcedo, trasladó también su pésame a la familia de Javier Mosquera, a los compañeros del fallecido "y a toda la profesión sanitaria asturiana".