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La brecha económico-social en el Principado

La pobreza las golpea más a ellas: sus bajos ingresos las abocan a Servicios Sociales

Más de 80.200 mujeres reciben prestaciones públicas en la región y copan el 60% del salario social básico, muchas con hijos a su cargo

Las mujeres son las principales usuarias de los Servicios Sociales del Principado -excepto en la protección a la infancia y la atención a personas con discapacidad-, hasta representar el 61 por ciento del total. Esto se explica porque son las que sufren mayor probabilidad de pobreza o riesgo de exclusión. De hecho, esta vulnerabilidad económica se refleja claramente en las titularidades de las prestaciones del salario social básico y de las pensiones no contributivas, en las que representan el 60 y el 77 por ciento respectivamente.

Esta es la principal conclusión del primer estudio que se realiza en la región en dicho ámbito, publicado recientemente. Con el título "Mujeres y Servicios Sociales", que constituye el tercer número de InfoObservas, de la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, y con el que se quiere rendir de alguna manera tributo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se celebró el 8 de marzo. Los expedientes abiertos a 31 de diciembre de 2017 en los Servicios Sociales del Principado tenían nombre de mujer en 80.269 casos, frente a 51.350 de varones.

Según el informe, las principales razones son que las mujeres se han responsabilizado, y aún lo hacen, de las personas dependientes en su medio familiar o social, pero luego ellas no tienen quién las atienda cuando lo necesitan. Las mayoría de las mujeres envejecen viudas.

Pero además, "sus trayectorias vitales se han desarrollado alejadas del mercado laboral", y cuando son activas, encuentran numerosas trabas para incorporarse al mundo del trabajo, como reflejan las tasas de paro y de desempleo de larga duración.

A todo ello se suma el incremento de familias monoparentales, que normalmente son mujeres con hijos a su cargo, además de trayectorias laborales más cortas y con menor retribución.

"Todo ello las hace más vulnerables desde un punto de vista económico y presentan una mayor demanda de apoyo desde el ámbito de la garantía de rentas mínimas", asegura el estudio de la Consejería.

La consecuencia es que el 60 por ciento de las beneficiarias del salario social básico son mujeres, una tasa que se eleva al 77 por ciento en el caso de quienes perciben una pensión no contributiva -mujeres de 65 años o más-. Y si se trata de la Ley de Integración Social del Minusválido, se dispara hasta el 95 por ciento del total.

La titularidad de las rentas del salario social básico corresponde a 22.448 mujeres frente a 18.163 hombres. En esta prestación aumentan las familias en las que solo hay una mujer o un hombre al frente. Suman en conjunto 6.109 unidades familiares, que representan el 26 por ciento del total de los titulares de la renta mínima. De ellas, 5.486 están encabezadas por mujeres que viven con sus hijos menores.

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